Actualizado 16/06/2010 14:00

José Cavero.- Traslado de presos etarras.

MADRID 16 Jun. (OTR/PRESS) -

Es muy poco lo que llegamos a saber sobre la vida de las prisiones. Pero nadie dude de que es todo un mundo, de 77.000 personas, con vida propia. Y dentro de ese mundo, hay otro submundo, llamado "internos de ETA", que también tienen su propia vida y nivel de funcionamiento, con reacciones específicas y, en algunas ocasiones, disensiones apreciables. No en vano, el mundo etarra en las cárceles lo integran del orden de ochocientas personas, en su mayor parte varones. Eso sí, se sabe que su ubicación no es casual y que suele responder a criterios que determinan Mercedes Gallizo, la directora general; el ministro Rubalcaba; y el director general de Policía y Guardia Civil. Y que a menudo responden a una determinada y concreta política antiterrorista.

Por ejemplo, se ha sabido que esa concreta política ha reagrupado ya a 66 presos de ETA, algunos de ellos destacados dirigentes, en las tres "cárceles laboratorio" que acogen a los disidentes de la banda terrorista. Diecinueve de ellos, todos ellos presos en Nanclares de Oca (Álava), han sido expulsados del autodenominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) por situarse fuera de la disciplina del mismo. Según ha explicado El Confidencial, la política penitenciaria sigue siendo una de las apuestas preferentes del ministro en la lucha contra el terrorismo, convencido de que la derrota policial no vendrá sólo de las desarticulaciones de comandos a ambos lados de la frontera, sino de un posicionamiento claro de los presos a favor del fin de la violencia.

La Secretaría de Estado de Seguridad tiene un equipo de policías, guardias civiles y funcionarios de prisiones encargados de "tomar la temperatura" a las cárceles y sondear a los internos que pueden desvincularse de la banda. Pues bien, según este informe sobre la situación de los internos etarras, las prisiones de Zuera (Zaragoza), Villabona (Asturias) y Nanclares de Oca (Álava) son desde hace meses el referente de la disidencia. Entre las tres suman en este momento un total de 66 etarras encarcelados, según datos de Instituciones Penitenciarias. Etxerat, la asociación de ayuda a los presos, sólo reconoce la existencia de 47 porque no contabiliza a los que han sido expulsados del EPPK. Entre los citados internos hay dirigentes que se han manifestado a favor de la violencia pero que se mantienen dentro de la disciplina del grupo. El colectivo sitúa fuera del mismo a quienes aceptan un régimen penitenciario normal o reclaman beneficios penitenciarios.

La cárcel de Zuera es, con diferencia, la que acoge a un número más elevado de ex dirigentes de la organización de nombres bien conocidos. Allí cumplen condena Francisco Múgica Garmendia 'Pakito', Santiago Arróspide 'Santi Potros', José Javier Zabaleta 'Baldo', Jesús Arkautz Arana 'Josu de Mondragón' o Juan Luis Aguirre Lete, por citar los más relevantes. En el centro penitenciario de Villabona se encuentra el 'histórico' Félix Zabarte y Koldo Martín Carmona, entre otros. La cárcel de Nanclares acoge a 21 etarras, tan sólo dos para Etxerat, lo que supone que los diecinueve restantes han sido expulsados del colectivo.

También solemos tener noticia de nuevos desmarques de presos etarras. El último desmarque en las cárceles tuvo lugar el pasado 16 de mayo, cuando ocho internos pidieron públicamente a ETA que dejara de matar y reconociera el daño causado a sus víctimas como primer paso para su reparación. Entre los firmantes de aquel manifiesto figuraban Joseba Urrusolo Sistiaga, ex jefe del comando Madrid; Carmen Guisasola, del comando Nafarroa; o Rafael Caride Simón, del comando Barcelona que perpetró el atentado contra el Hipercor de Barcelona. Todos ellos expulsados del Colectivo de Presos. En el caso de Urrusolo y Guisasola, se desvincularon del mismo en noviembre de 2007, aunque la banda escenificó su expulsión tres meses más tarde. Cinco etarras más fueron expulsados el pasado enero.

Etxerat denunció recientemente que, sólo durante el mes de mayo y la primera semana de junio, Instituciones Penitenciarias ha trasladado de cárcel a 73 presos de ETA, en algunos casos para acercarlos a sus domicilios, y en otros para poner aún más distancia de por medio. Una cifra que, según la citada fuente, ha supuesto el traslado de prisión de dos presos cada día, con el solo objetivo de romper la unidad interna. Instituciones Penitenciarias y el ministerio del Interior no suelen dar "puntada sin hilo" en cada una de esas operaciones. Algo están buscando, en la redistribución de etarras presos...

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