MADRID 2 Nov. (OTR/PRESS) -
Las informaciones que este lunes han llegado acerca de ETA y su futuro, son contradictorias. De un lado, se insiste en la debilidad de la banda, y que ETA estaría preparando agrupaciones de electores para estar en las urnas. Estas fuentes insisten en que la banda está cercada políticamente por el pacto de PSOE y PP, por la complicidad de Zapatero y Urkullu y por las mayores exigencias del PNV y de Batasuna. Pero también se nos cuenta que una parte de ETA se estaría oponiendo al plan de Batasuna. Es decir, mientras algunos se resisten a terminar su etapa 'épica' y criminal, otros apuestan ya abiertamente por el alto el fuego permanente, unilateral y verificable internacionalmente. Mientras algunos dirigentes de la banda decidieron hace veinte días asumir parte de la Declaración de Guernica otra parte de militantes de la banda estaría decidido a alejar a Batasuna de las instituciones. El propio Gobierno expresa su desconfianza de que la banda anuncie su disolución o la entrega de armas, e incluso teme, o sospecha, que los pistoleros podrían volver a la lucha armada. En apoyo de la primera tesis, el alto el fuego próximo y acaso definitivo, lo explica El País, por la experiencia del fracaso de la tregua de 2006. Su consecuencia es que tras el parón de la actividad de ETA, declarada el pasado 5 de septiembre, su margen de maniobra política, lejos de ensancharse, se estrecha de modo progresivo. Todos, escarmentados de experiencias anteriores, están contribuyendo a ello: pero el fin de ETA no será rápido porque sus líderes siguen sin asimilarlo. Y en estas condiciones, el proceso terminal del terrorismo etarra, lejos de las declaraciones políticas tan precipitadas que se han escuchado estos días, va a requerir tiempo, porque el grado de maduración en el seno de la banda terrorista va a un ritmo mucho más lento del que le marcan los partidos democráticos y la propia Batasuna. En otros dos diarios, El Mundo y La Gaceta, se cuenta que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han detectado en municipios del País Vasco los primeros pasos de la izquierda abertzale para la creación de una red de agrupaciones de electores de cara a las elecciones municipales de 2011, según fuentes cercanas a estas investigaciones. Se trata del 'plan B' de Batasuna en caso de que fracase su deseo de concurrir a estos comicios con un partido político de nueva creación. Según estas mismas fuentes, los primeros pasos consisten en establecer los contactos con personas afines en distintos municipios del País Vasco y Navarra para la búsqueda de posibles candidatos no 'contaminados' -sin antecedentes de ninguna relación con otras marcas ilegalizadas- para la configuración de las listas de estas agrupaciones. No obstante, las fuentes consultadas explicaron que la constitución de agrupaciones de electores tiene su complejidad porque se necesita al menos la firma del 1 por ciento de los inscritos en el censo electoral de la circunscripción, mientras que los partidos políticos no deben presentar ninguna firma para concurrir a las elecciones. No sería la primera vez que los proetarras recurrieron a esta estrategia de las agrupaciones de electores para burlar la Ley. El último precedente se produjo precisamente con motivo de las últimas elecciones municipales, en mayo de 2007. Para aquella cita electoral, la ya ilegalizada Batasuna presentó una marca electoral llamada Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB) que fue ilegalizada por el Tribunal Supremo por considerarle supeditada a ETA. Pero una vez ilegalizada la formación ASB, la alternativa fue tratar de participar en las elecciones por medio de las agrupaciones de electores. Todas y cada una de las candidaturas llevaban el nombre de Aberzale Sozialistak y seguidamente el nombre del municipio en el que se presentaba. Así, la izquierda abertzale logró reunir hasta 246 listas. Todas ellas fueron anuladas por los tribunales. Se asegura, entre tanto, que Batasuna ya tiene prácticamente finalizados sus trabajos para la creación de un nuevo partido político que contaría incluso con unos nuevos estatutos en los que se recogerían novedades en relación al rechazo a la violencia. Según está redactada la reforma de la Ley, si Batasuna elige finalmente concurrir mediante agrupaciones de electores, y evita respaldar públicamente las candidaturas hasta diez días antes de las elecciones, los tribunales tendrían muy difícil impedir que sus electos tomasen posesión. Por ello, el Gobierno se ha comprometido con el PP a buscar una fórmula jurídica que permita recurrir durante la campaña electoral las candidaturas de las agrupaciones de electores. Algo que sí se puede hacer con los partidos, las federaciones y las coaliciones porque se les aplica la ley de Partidos Políticos, mientras que esta ley no rige para las agrupaciones de electores. El Gobierno y el PP trabajan en este asunto ya que, según las fuentes consultadas, se trata de que si se presentan agrupaciones que pueden estar vinculadas con Batasuna, éstas no lleguen al día de las elecciones, ya que una vez que cuenten con electos, sería prácticamente imposible lograr que esos electos perdieran el escaño.