¿Qué tiene que ver la libertad de expresión con la negación de la realidad?. Al parecer el Tribunal Constitucional cree que es libertad de expresión asegurar que no ha sucedido algo que sí ha sucedido.
El Tribunal Constitucional ha provocado una autentica sorpresa, al dictaminar que la apología del genocidio, y la negación del mismo, no debe de estar sancionado. O sea que el genocidio en realidad es una cuestión de 'opinión' según el Constitucional.
No anda el Tribunal Constitucional en su mejor momento, o mejor dicho, la mayoría de los miembros que ahora componen el Tribunal no han sabido estar a la altura de lo que representan ni de la institución.
Es verdad que el desprestigio del Tribunal tiene mucho que ver con que los partidos políticos no se resignan a que las instituciones no formen parte de su campo de batalla, pero los ciudadanos lo que esperamos es que quienes han sido elegidos para estar al servicio de todos, sean capaces de mantener su independencia.
Pero volvamos a la reciente decisión del Tribunal Constitucional de declarar racialmente inconstitucional un artículo del Código Penal que sanciona la apología del genocidio.
El Tribunal parece querer amparar la libertad de expresión por encima de cualquier otra consideración, pero lo que sorprende es que en otras ocasiones y con asuntos no tan terribles, la actitud del Tribunal haya sido distinta. Doy fe de que hay periodistas que han acudido al Tribunal Constitucional en busca de amparo por cuestiones que sí que tenían que ver con la libertad de expresión y les han dado con la puerta en las narices.
Creo que el Tribunal Constitucional va a tener que explicar, y mucho, la decisión que ha adoptado respecto al artículo 607.2 del Código Penal, porque desde organizaciones de defensa de derechos humanos, a ONGs, pasando por prestigiosos juristas y ciudadanos de a pie, todos estamos estupefactos.
No sé, a lo mejor les vendría bien a los honorables miembros del Tribunal visitar pongo por caso el campo de Mauthausen o Auswitch, o hablar con algunos de los ya ancianos supervivientes del horror del Holocausto. Creo que en su actual composición el Tribunal Constitucional ha dado de sí lo peor que podíamos esperar.
No es una cuestión de 'opinión' la existencia del genocidio, del Holocausto provocado por los nazis. Es incomprensible y terrible la decisión del Tribunal Constitucional. Creo que cuanto antes se renueve el actual Tribunal antes recuperaremos la fe en la institución los ciudadanos.
Es de esperar que prospere en instancias internacionales la impugnación de ésta sentencia que va a presentar el Movimiento contra la Intolerancia. Aunque produce vergüenza que una sentencia así se haya dado en España y por el Tribunal Constitucional.
Julia Navarro