Julia Navarro.- Escaño Cero.- Otra fiesta.

MADRID 14 Oct. (OTR/PRESS) -

La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha anunciado la intención del Gobierno de consensuar con los grupos parlamentarios un "protocolo" para la celebración de los actos de la Fiesta Nacional. No sé qué idea tiene el Gobierno de cómo debe de ser ese "protocolo" pero quizá deberían de ponerse en marcha otros actos, además del Desfile de las Fuerzas Armadas, para que en la Fiesta Nacional puedan participar de manera más activa los ciudadanos.

La idea no es mía, se la he escuchado a un magistrado, José Luis Requero, en un debate en televisión. Requero venía a decir que había que "abrir" la celebración a la sociedad entera. En mi opinión tiene razón.

En mi opinión sería necesario un acuerdo, además de entre el Gobierno con los grupos parlamentarios, con las comunidades autónomas y los ayuntamientos, para que España entera sea una fiesta. Se trataría de organizar actos en los que los ciudadanos puedan participar, ya sea jornadas abiertas a los edificios donde están las instituciones, conciertos populares, etc, etc.

Pero lo que es evidente es que para que la Fiesta Nacional sea de todos deben de poder participar el mayor número de ciudadanos más allá de los lógicos actos oficiales e institucionales.

En cuanto a los incidentes de este año en que un grupo de ciudadanos se dedicó a pitar y proferir gritos contra el presidente del Gobierno, sólo cabe decir que estos ciudadanos no eligieron ni el día ni el lugar para manifestar su descontento. En mi opinión, su actuación fue totalmente incivilizada, amén de que hubo algunos energúmenos de ideologías extremistas que con su actitud quedaron retratados. No podían llegar a menos.

El presidente del Gobierno, sea del color que sea, es el presidente de todos los españoles y es intolerable que le griten y silben y le insulten en un día como el de la Fiesta Nacional, en un acto solemne como el desfile de las Fuerzas Armadas, y en un momento tan especial como el Homenaje a los Caídos.

Lo que me sorprende es que haya voces en la derecha, de dirigentes del PP, y de sus voceros mediáticos, que justifican con desparpajo estos actos incivilizados que se vivieron este 12 de octubre. Gritar e insultar al presidente el Día de la Fiesta Nacional en un acto institucional junto a los Reyes, nada tiene que ver con la libertad de expresión.

Yo no soy partidaria de que las discrepancias con los políticos se manifiesten con pitidos, silvidos o caceroladas. Creo que las urnas están para castigar a los gobernantes que nos decepcionan. Pero puedo entender que en otro ámbito, y en otro momento, un presidente, un ministro, cualquier político, pueda recibir una "pitada".

En todo caso, me parece una irresponsabilidad que haya políticos que justifiquen esos comportamientos incivilizados, insisto, en un momento como fue el del Homenaje a los Caídos, el Día de la Fiesta Nacional.

Los ciudadanos enfadados con el presidente Zapatero pueden convocar manifestaciones donde gritar todo tipo de slogans contra el presidente, pueden acudir a la puerta del Parlamento a silbarle, etc, pero no el 12 de octubre en el momento en que se estaba llevando a cabo el Homenaje a los Caídos.

Lo dicho, me parece que es una buena iniciativa que se pacte un nuevo protocolo para la celebración de la Fiesta Nacional, lo único que cabe esperar es que en vista de lo sucedido, los responsables políticos no circunscriban más al terreno oficial la celebración del 12 de octubre, sino que sean capaces de convertir las calles de España en una fiesta en la que participemos todos. Ese es el reto.