Actualizado 11/09/2010 14:00

Mabel Redondo.- Entre Bambalinas.- Adams Pérez: "Estefanía se siente reflejada en su hija Pauline".

MADRID 11 Sep. (OTR/PRESS) -

Con la boca abierta y ojiplática me quedé cuando hace unos años tuve la oportunidad de ver en el emblemático "Moulin Rouge" de Paris el espectáculo acrobático de Adams Pérez. Actualmente lo tienen más fácil porque le pueden ver en Palma de Mallorca donde continua exhibiendo su arte haciendo tandem con su hermano, diecisiete años más joven que él.

Estefanía siempre tuvo gusto para escoger a hombres atractivos y suficientemente musculados, pero en el caso de Pérez el culto al cuerpo está más que justificado, se gana la vida con su físico y la definición de sus músculos rozan la perfección de la anatomía humana masculina, claro.

No piensen mal, me refiero a que irremediablemente él siempre tiene que estar a punto. Desde que cumplió 19 años se gana la vida como acróbata, tiene 35 y me cuenta que piensa seguir en el teatro cinco o seis años más: "Todavía tengo cuerpo para aguantar tanto esfuerzo, el espectáculo que hago cada noche con mi hermano es muy duro, entreno muchas horas al día y así llevo casi 20 años... he trabajado mucho y buena parte de lo que he ganado lo he invertido en ladrillo"

Y razón no le falta, porque me consta que tiene casa en Benidorm, Palma, Madrid y Paris, ahí es nada, él se lo ha ganado a pulso, aunque reconoce que haber estado casado con Estefanía le abrió puertas, le dio popularidad y le ofreció conocer de cerca el mundo de los medios de comunicación. Hizo programas y se sacó una pasta, pero ha sabido ahorrar, invertir y pensar en proyectos de futuro. Por eso ahora me habla de una empresa de eventos que quiere promocionar y de una clínica de estética en Benidorm donde ha puesto buena parte de su capital. Y claro, como Adams cuando se implica en algo que cree lo hace al cien por cien, ya se prepara para ser la imagen de su propia clínica. Pérez posará para un catálogo dejando sus encantos al descubierto, vamos casi todo menos lo más intimo, ya me entienden.

Adams siempre tuvo miras de futuro; bueno siempre no, porque perdió la cabeza cuando hace años se enamoró de Jacqueline, aquella venezolana que compartió casa con él en "Gran Hermano VIP", él siempre fue "el romántico y el entregado" en la relación, mientras que a ella se la percibía fría y mucho más distante. En fin, a veces es cuestión de caracteres, pero visto desde fuera era muy evidente que aquello no dudaría eternamente. "A Jacqueline la veo dos veces al año, cuando viene a España, nos llevamos bien. La última vez vino con su hija a la que hacia cuatro años que no veía y me hizo mucha ilusión porque quiero a esa niña, la tengo cariño. Después de Jacqueline por mi vida han pasado unas cuantas mujeres. Con Beatriz, una bailarina cubana estuve a punto de casarme pero finalmente ella partió a EEUU para trabajar, una vez más lo mío con cupido falló".

Cuando le pregunto si el desamor le ha endurecido el corazón se limita primero al silencio y después sonríe y responde: ¿y a quién no Mabel?... Sin embargo yo creo que el romanticismo no se adquiere, se lleva en los genes y me huelo que ese es el caso del acróbata que un día enamoró a una princesa, ir de duro no va con Adams Pérez: "Antes me molestaba que preguntasen por mi vida, no conocía los medios y era muy reservado, pero con el tiempo he cambiado y veo las cosas de otra forma, soy discreto pero no me incomoda que me pregunten por Estefanía. Con Estefanía tengo muy buen rollo, nos vemos de vez en cuando, hace poco estuve con ella, la tengo mucho cariño. Fui a la piscina del Estadio donde entrena y compite Pauline y me emocioné al ver sus impresionantes saltos, es una gran nadadora y tiene el mismo cuerpo que tenía su madre a su edad, es guapísima y te aseguro que Estefanía está muy orgullosa de su hija porque se siente reflejada en ella".

Aviso a navegantes, Adams Pérez está libre y abierto a seguir experimentando en amoríos, tal vez esté así poco tiempo porque me cuentan que ya ha puesto los ojos en una bailarina que trabaja en su espectáculo; a ver si esta vez cupido le da en la diana...

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