MADRID 27 Feb. (OTR/PRESS) -
Lara Dibildos, Juncal Rivero, Arantxa del Sol, Carla Duval y Cristina Goyanes se han convertido en "Brujas", esto no es literal, es el título de la obra de Santiago Moncada que representan en el Teatro Muñoz Seca de Madrid.
Fue el estreno más concurrido de la semana y a él acudieron las personas más cercanas a las protagonistas. Ese fue el caso de Alvaro Muñoz Escassi quien me confesó que ya había visto la obra y que por supuesto no podía faltar en apoyo a Lara, la madre de su hijo. Su relación estuvo marcada por las desavenencias y las supuestas infidelidades de Escassi en alguna que otra noche de juerga con alguna que otra chica que conocía en los locales de copas. Lara lo pasó mal porque seguía enamorada del jinete, de hecho se dieron una segunda oportunidad que no llegó a mayores, el contacto nunca lo perdieron porque tienen un precioso hijo por el que Escassi también se desvive. Y como suele pasar, que tras la tormenta llega la calma, ahora mantienen un trato cordial y civilizado. En esa familia la estupenda es Laura Valenzuela, la mama de la artista no podía faltar en un día tan importante para su hija, ella es feliz ejerciendo de abuela, se deshace cuando cuenta aventuras de sus nietos, son su delicia.
Finito de Córdoba no perdió detalle y siguió atentamente los pasos de su mujer en el escenario. Arantxa del Sol interpreta a una escritora de éxito lesbiana que sale del armario en una reunión de antiguas amigas que estudiaron en un internado suizo. Arantxa del Sol y Carla Duval se besan apasionadamente en el escenario en un momento de la obra, la primera le declara a la segunda la atracción que desde que era una adolescente sintió por ella. Lo que ocurre después no lo cuento porque así se animan y van a ver la obra que está estupendamente dirigida por Manuel Galiana y producida por Enrique Cornejo, uno de los empresarios teatrales que más ha hecho por el teatro de este país. Buena parte de su éxito también se lo debe al buen hacer de su chica, Mamen Díaz. La rubia tiene un gran poder de convocatoria y eso es un éxito asegurado.
Norma Duval que esta semana ha sido protagonista de la portada de Hola acudió embutida en un vestido negro que la favorecía porque resaltaba las impresionantes curvas que la vedette sigue conservando a sus cincuenta y tantos. No me extraña que el multimillonario alemán Matthias Khum se haya vuelto loco con la Duval. Lógicamente ella acaparó miradas, los periodistas andábamos sedientos de que nos ampliase las declaraciones que hace para el semanario en el que habla de su relación con su novio, este tiene tanto dinero que hasta se compró una isla en Ibiza, ¡ahí es nada!. Desde que Norma se separase de Frade el pasado septiembre su relación con los medios ha mejorado, pero no ha vuelto a ser la de antes, me refiero a la Norma de esos años en los que posaba en su lujosa casa de La Moraleja con sus hijos, con Marc Ostarcevic y con esas camisas imposibles que lucía el croata.
Cristina Goyanes también recibió el apoyo de su novio, que para mi sorpresa es un antiguo compañero mío de la facultad de Ciencias de la Información, Pablo Molina, que así se llama, formaba parte de la tuna, han pasado varios años y me costó reconocerle pero reencontrarme con él me hizo recordar mis tiempos de estudiante, esas tertulias en la cafetería y esas noches en las que nos reuníamos las amigas y nos rondaban los tunos, eran fiestas muy divertidas, es una pena que esas costumbres se estén perdiendo porque formaba parte de la esencia de la vida universitaria.
A Paco Marsó le encontré muy afectado, él dice que ya ha superado el abandono de Diosi, la cubana con la que tuvo una hija hace unos meses, pero yo más bien creo que Marsó es muy infeliz. Me contó que su ex no pone impedimento en ver a la niña, que la visita todos los días y que la quiere con locura. Su primogénita, Diana que en su día fue detenida y durante un tiempo permaneció en la cárcel por su supuesta implicación en el robo a un banco en complicidad con su marido, también ha rehecho su vida. Tras salir de la cárcel y separarse de su marido, Diana inició una nueva vida con otro hombre con el que vive actualmente y con el que está a punto de inaugurar un restaurante en Málaga, será el próximo mes de marzo. Paco está orgulloso de su hija mayor porque ha salido de todo aquél embrollo que la llevó a ser protagonista de las portadas de los diarios, y no precisamente por una heroicidad.