Rafael Torres.- Al Margen.- Más tren y menos AVE

MADRID 1 Mar. (OTR/PRESS) -

El tren de alta velocidad es estupendo, pero conviene recordar que en España hay otro tren que, con un poco de atención y empleando en su reforma la centésima parte de recursos que exige la construcciónde una nueva red ferroviaria (el AVE necesita todo de nueva planta: explanaciones, tendidos de vía y catenaria, estaciones, puentes, túneles, señalización...), podría desplazarse casi tan ligero y ser tan confortable y puntual como el tren veloz. Ese tren ya construido es el que articula y comunica las regiones consigo mismas, el que atiende las necesidades de los pueblos, el que podría descongestionar de transportes pesados las carreteras, y el que, en fin, no lastima a la Naturaleza porque está integrado en ella desde hace más de siglo ymedio.

La compulsión de los políticos en campaña por el tren de alta velocidad y su olvido de la red clásica que agoniza por la incuria y el abandono, revela que tienen tanto desdén por el futuro (por elfuturo "sostenible", como se dice ahora) como desprecio por las enseñanzas del pasado. De Ciudad Real a Madrid, que está a doscientoskilómetros, tarda el AVE cincuenta minutos, pero desde Ciudad Real a uno de sus pueblos más importantes, Alcázar, situado a menos de cien kilómetros, se tarda con el tren clásico, el que utilizan los que van a la capital de la provincia a estudiar o a resolver tantos asuntos de la vida ordinaria, más de una hora.

Esto mismo ocurre en muchas otras provincias y regiones, de suerte que la apuesta única por la alta velocidad y el abandono de las líneas convencionales no hace sino alimentar el centralismo y empobrecer social, política y económicamente el territorio. El tren de alta velocidad y alto precio, a todas partes, y el tren tradicional y asequible a todos los bolsillos, cada vez a menos, tal parece ser la propuesta en la que rivalizan los candidatos, dispuestos a tirar con esto del AVE la casa, la casa que no es suya, por la ventana.

Rafael Torres