Rafael Torres.- Quedará bonito

MADRID 9 Nov. (OTR/PRESS) -

A la interminable lista de perjuicios que están provocando las obras de soterramiento de la M-30 madrileña, hay que añadir los padecidos en sus personas, en su integridad física, por los tres trabajadores heridos al caer sobre ellos un encofrado en malas condiciones, producto, sin duda, de las prisas por concluir alguna parte de la innecesaria y carísima obra antes de las elecciones de mayo. El único argumento del consistorio de Gallardón para justificar ese atentado a la salud y al bolsillo de los ciudadanos, el de que cuando las obras concluyan quedará bonito, se estrella, como no podía ser de otramanera, con el sentido común y con la recta gestión de los caudales públicos: ¿Justifia lo "bonito" el rosario de espantos que esa obra está provocando desde hace años en la ciudad? ¿Merece sacrificarse por lo "bonito" el desanso y la salud mental de los vecinos, la agilidad del tráfico rodado, los derechos de los traseuntes, la salud del río y de las criatruas que lo habitaban, la vida de los cientos de árboles talados, la seguridad de los trabajadores y la economía de los madrileños?

Como se sabe, esa obra tan descomunal como irrelevante que no hará sino permitir el trasiego de más coches por la hipercontaminada ciudad, costará más que el proyectado desdoblamiento del canal de Panamá, nada menos que un tajo gigantesco entre dos océanos. ¿Qué derecho tiene ese adalid de lo "bonito" a endeudar a sus convecinos hasta el 2040? ¿Qué derecho a impedir que ambulancias, policía o bomberos puedan cumplir a tiempo con sus trascendentes faenas? ¿Qué derecho a primar los intereses de las grandes constructoras sobre los de los ciudadanos? Quedará bonito. Habrá que ver lo bonito que queda, pero cuando llegue esa presunta preciosidad de cemento, si es que llega, todo será, por lo inútilmente sufrido,infinitamente más feo.

Rafael Torres.