Samsung Galaxy Gear 2 necesita todos estos cambios para triunfar

Actualizado: miércoles, 18 octubre 2017 9:56
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MADRID, 18 Feb. (Carlos Hergueta/Portaltic) -

   Está claro que Samsung va a presentar su nuevo buque insignia en el Mobile World Congress de Barcelona, que arrancará la semana próxima en Barcelona. La surcoreana envió una convocatoria para un Unpacked adornado con el número 5 que deja bastante claro que el Galaxy S5 será la estrella del evento, pero no debería ser lo único que veamos.

   La de Barcelona es la cita por excelencia del mercado de dispositivos móviles y es muy posible Samsung aproveche para enseñar los productos estrella de sus otras categorías, como tabletas o la más reciente línea de relojes inteligentes. Recientemente, Sammobile apuntaba en este sentido y aseguraba que veremos los nuevos 'tablets' Tab y también la segunda generación de Gear.

   Dejando a un lado las tabletas, no resultaría descabellado que Samsung anuncie un nuevo 'smartwatch'. La competencia ha crecido mucho en los últimos meses y la última edición del CES celebrada en Las Vegas en enero estuvo protagonizada por los dispositivos ponibles, con grandes anuncios como el de LG, que presentó un reloj-pulsera inteligente para 'fitness', o Sony, que desveló Core, un pequeño y versátil dispositivo de seguimiento de la actividad.


   La surcoreana no puede seguir cediendo terreno en este sentido. Entró con fuerza en el sector de los 'smartwatches' el año pasado con el Galaxy Gear, un terminal bastante ambicioso. Sin embargo, a pesar de algunas buenas ideas, fue un reloj bastante criticado en diversos aspectos. Más allá del diseño, que a mí personalmente me gusta, aunque sé que a otros muchos no, Samsung debe cambiar algunas cosas para conseguir popularizar su reloj:

- El rendimiento de batería: La batería del Gear literalmente vuela. Si el usuario hace un uso intensivo del reloj, puede agotarse en tan solo un día y dura aproximadamente dos en un uso moderado. Obligar al usuario a estar pendiente de cargar su reloj, cuando aún anda preocupado por la batería de su teléfono, es una incomodidad imperdonable para un 'gadget' de este tipo. Y no es el único gran problema relacionado con la batería...

- Un puerto de carga: La batería del Gear dura menos que las vidas en Candy Crush y a eso no ayuda que para recargar sea necesario un accesorio. Este accesorio con forma de carcasa entra en contacto con el Gear mediante unos pines y en él conectamos el puerto microUSB. Esa necesidad debe desaparecer y el puerto de carga debe de estar en el mismo reloj. Sony ya ha demostrado que se puede hacer, manteniendo un diseño esbelto y la resistencia al agua. Eso nos lleva al siguiente punto.

- Mayor resistencia: Los relojes son dispositivos que deben aguantar mucho trote y que seguramente llevemos puestos cada mañana cuando nos duchemos -si no lo hemos tenido que dejar cargando...-. La resistencia nivel IP55 del Gear soporta salpicaduras, pero Samsung debería ir más allá y alcanzar el IP67 con el que contaba por ejemplo el Galaxy Active. Eso conseguiría que el reloj fuese completamente resistente al polvo y sumergible hasta 1 metro.

- La cámara: Aunque cuando se presentó el reloj la incorporación de la cámara resultó muy llamativa, todo aquel que haya utilizado el Galaxy Gear se habrá dado cuenta de lo poco útil que es en realidad. Apenas se utiliza, afea el diseño de la correa y, además, encarece el precio del dispositivo. Es una característica que podría desparecer tranquilamente.

- El precio: Esto nos lleva a un factor importante que ha echado para atrás a muchos potenciales compradores del Gear. 350 son muchos euros para adquirir un producto que el consumidor no siente que necesita en este momento y que además seguramente presente carencias hasta que la categoría madure del todo. Debería bajar al menos hasta los 200-250 euros.

- El número de aplicaciones debe crecer considerablemente y no solo las básicas. Samsung debe ponérselo fácil a los desarrolladores con un programa de creación de aplicaciones abierto y que les motive a crear 'software' nuevo y original, además de programas que permitan trastear y divertirse a los usuarios como ocurre con Pebble, un reloj para el que incluso hay videojuegos clásicos como Space Invaders o clones de Flappy bird.

- La interacción con aplicaciones: Una de las principales críticas que recibió el Gear no fue solo la limitada cantidad de aplicaciones, sino lo poco que se podía hacer con ellas. Aunque Samsung ha mejorado eso con una actualización que permite mostrar notificiaciones, debería ser más ambiciosa y permitir publicar mensajes o conceder mayor control del teléfono desde el reloj para que utilizarlo fuese más útil.

- La compatibilidad con otros dispositivos es otro problema del Gear. Samsung trató de conceder exclusividad a sus productos haciendo que su reloj fuera compatible únicamente con algunos de sus teléfonos; los de gama alta, de hecho. Si quiere llegar a un público amplio, Samsung debe hacer que su reloj no solo tenga un precio más asequible, sino también que sea compatible con cualquier terminal. Cualquier Android, al menos.

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