La tarjeta "inteligente" del transporte público será realidad en 2011

EP
Actualizado: miércoles, 5 mayo 2010 18:54

MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -

La "tarjeta inteligente" o "sin contacto" en el transporte público de la Comunidad de Madrid (Metro, autobuses y Cercanías Renfe) será una realidad antes de que finalice el próximo año 2011, cuando está previsto que también concluya el Plan regional puesto en marcha por el Consorcio Regional de Transportes con el fin de eliminar la banda magnética y sustituirla por un chip que recogerá toda la información.

La presidenta del Ejecutivo autonómico, Esperanza Aguirre, probó una de estas nuevas tarjetas en la estación de Nuevos Ministerios, lugar elegido para poner de momento el primer punto de venta de dicho sistema, que estará en pruebas unos seis meses con el fin de comprobar cómo se adaptan los usuarios y mejorar sus características.

En palabras de Aguirre, se trata de un "adelanto tecnológico" en el servicio público de transportes que va a hacer "más cómodo y más eficiente el pago y el acceso al metro, a los autobuses, y a los trenes de Cercanías de la Comunidad de Madrid". Y todo, gracias a que el Consorcio trabaja "a diario" para mejorar el billetaje, aunque su labor sea "menos conocida" que la de las propias empresas de transporte.

Hace años que los billetes llevan incorporada una banda magnética que recoge toda la información relativa al ámbito de actuación y periodo de validez de los billetes. En su momento, según señaló Aguirre, este sistema supuso "un salto tecnológico importantísimo" que hizo posible que en 1987 se lanzase el abono transportes que hoy utilizan dos tercios de los viajeros de todo el transporte público madrileño.

Sin embargo, reconoció que dicho sistema presenta algunos inconvenientes como el deterioro de la banda o el borrado de datos que se produce cuando se acerca accidentalmente el abono a un campo magnético de cierta intensidad. Por eso, se desarrolló este sistema "mucho más fiable y mucho más cómodo para los ciudadanos", apuntó.

Y es que el nuevo chip presenta otras ventajas, como, por ejemplo, no introducir el billete en la canceladora o el que no se desimanta, y va a ahorrar a muchos usuarios, sobre todo, mujeres, tener que cambiar el billete del abono cada dos por tres porque se ha estropeado con algunos de los cierres que llevan los bolsos de mano incorporados.

Además, se le ha denominado "tarjeta inteligente" porque recoge toda la información del usuario en un servidor centralizado, que permite al usuario, en el caso de pérdida o robo, anular automáticamente dicha tarjeta y recibir un título "con las mismas condiciones de validez", por lo que, además, de esta manera, se evita su "uso fraudulento", añadió Aguirre.

PROYECTO EN PRUEBAS

De momento, estas tarjetas van a estar en pruebas seis meses después de que ya, desde hace tiempo, se hayan estado probando con 35.000 usuarios de tarjetas para el abono anual de la zona A. "Ha tenido una acogida extraordinariamente positiva y ha sido muy útil para avanzar en el objetivo de ponerla a todos los viajeros", añadió la dirigente regional.

"Este adelanto requiere una prueba de uso que sea lo más real y amplia posible", explicó Aguirre, quien señaló que, ahora, a partir del mes de junio y hasta diciembre, un total de 1.000 usuarios, de los que 700 tendrán un abono normal y otros 300 el abono joven, todos de la zona A, probarán dicha tarjeta, que podrán solicitar o en Nuevos Ministerios o vía Internet.

Para este tiempo de pruebas se han preparado 120 máquinas expedendoras (por distintas estaciones, también de Cercanías, indicó Aguirre). El fin es que el Consorcio, a final de este periodo pueda llevar a cabo los ajustes necesarios para extenderlo a todos los usuarios de todos los billetes de transporte.

Es decir, el fin es que en un futuro, cualquiera que sea el abono transporte (zona A, B, B2, B3, entre otros) pueda usar esta tarjeta, que también está preparada para que más adelante pueda incorporar el uso de billetes de 10 viajes o de un determinado número de sencillos (siempre una cifra que merezca la pena).

Fuentes del Consorcio Regional de Transportes explicaron que el incorporar solamente billetes sencillos no será posible por razones económicas, teniendo en cuenta que sólo una tarjeta "inteligente, con las últimas tecnologías, puede tener un coste medio de cinco o seis euros, aproximadamente.

Aunque la prueba termine en diciembre, la idea es que se pueda implantar para todos los usuarios antes de que finalice el próximo ejercicio 2011, porque, además de poner a circular las tarjetas, hay que adaptar todas las máquinas expendedoras de la red de transporte público madrileño (Cercanías, Metro, Autobuses EMT, interurbanos).

El Plan que abarca todos estos cambios cuenta con una inversión de unos 25 millones de euros destinados a esta adaptación. Muchas de las máquinas expendedoras (las más actuales) no tendrán que cambiarse, simplemente bastará con la instalación de un software, ya que están preparadas para admitir estas tarjetas.

Cuando el viajero la quiera recargar, simplemente, tendrá que introducir la tarjeta, después el billete que quiere y por último la forma de pago (en efectivo o con tarjeta de crédito) "con absoluta confidencialidad". La nueva tarjeta, a no ser que se extravíe, servirá para siempre y se podrá adquirir en puntos específicos que pondrá el Consorcio Regional de Transportes.