MADRID, 9 Ene. (EDIZIONES/Portaltic) -
Nintendo lanzó el pasado mes de noviembre su NES Mini, una consola retro en versión miniatura que cuenta con 30 juegos preinstalados y a la que no se le puede añadir nuevo software. Ahora, los hackers han conseguido cargar nuevos juegos en la consola a través del puerto USB que incluye.
Para conseguir el hackeo no hace falta ser un experto, basta con conectar la consola a un ordenador, copiar los archivos de la NES y modificarlos y añadir nuevos juegos a la ROM de la consola de Nintendo. Un proceso que no requiere abrir el dispositivo ni soldar cables, según recoge Ars Technica.
En las primeras pruebas del 'hackeo', incluyeron hasta 30 juegos nuevos más en la consola entre los que hay títulos de Capcom o títulos de recreativas de Konami, entre otras. Aún no se conocen cuáles son los límites de la memoria de la consola y hasta dónde puede llegar el emulador.