La mejora de la calidad del aire durante el confinamiento evitó más de 800 muertes en Europa, según Copernicus

Cambio en la concentración de NO 2 , ozono y partículas (PM 2,5 y PM 10 ) estimado en el 80% según el
Sistema Internacional de Unidades (SI) en 47 ciudades en Europa.
Cambio en la concentración de NO 2 , ozono y partículas (PM 2,5 y PM 10 ) estimado en el 80% según el Sistema Internacional de Unidades (SI) en 47 ciudades en Europa. - COPERNICUS
Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 26 enero 2022 17:57

   MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Las medidas de confinamiento y restricción de la movilidad que impusieron los gobiernos durante la primavera y el inicio del verano de 2020 en Europa para detener el avance del virus SARS-COV-2 que ha provocado la pandemia del coronavirus mejoraron la calidad del aire en el continente y fruto de esa mejora se ha evitado, al menos, la muerte de 800 personas.

   Así lo estima un estudio realizado por el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), implementado por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), y la London School of Hygiene and Tropical Medicine (LSHTM) analiza los niveles de contaminación del aire en Europa durante la primera parte de la pandemia.

   El trabajo refleja que las medidas de los Gobiernos relativas a los viajes por carretera fueron las de mayor impacto en la reducción de las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) y en la rebaja del número de fallecimientos. Las medidas que restringieron la vida cotidiana tales como el cierre de colegios y centros de trabajo fueron las que tuvieron efectos más grandes sobre los niveles de contaminación del aire.

   Por países, las ciudades españolas, francesas e italianas registraron el mayor descenso de NO2, de entre el 50 por ciento y el 60 por ciento del periodo, este contaminante se redujo considerablemente en toda Europa.

   El trabajo científico examina los efectos cuantitativos de los menores niveles de contaminación y, por vez primera se compara de manera cuantitativa el impacto de las distintas políticas que se tomaron y confirma algunas estimaciones previas según las cuales el descenso de la contaminación permitió evitar cientos de muertes en las ciudades.

   El estudio concluye que las restricciones de los viajes nacionales e internacionales tuvieron un impacto "mucho menor" en los niveles locales de contaminación. Los investigadores participantes evaluaron la relación entre las diversas medidas gubernamentales y el descenso de los principales contaminantes regulados como el NO2, el ozono y las partículas finas PM2,5 y PM10 en 47 grandes ciudades europeas y la mortalidad a corto plazo asociada en la primera fase de la pandemia de COVID-19 en Europa (entre febrero y julio de 2020).

   Las conclusiones del trabajo podrían ayudar a diseñar estrategias "más eficaces" frente a la contaminación del aire, aunque los resultados fueron considerablemente distintos en función de las diferentes intervenciones.

   Las muertes prematuras evitadas derivadas de los cambios de la contaminación en las ciudades en el corto plazo, según las variaciones observadas en las concentraciones diarias de los contaminantes estudiados, junto con la valoración de la exposición de la población, los científicos estiman que en total se evitaron más de 800 fallecimientos gracias a la mejor calidad del aire derivada de

   las medidas gubernamentales aplicadas para limitar la propagación del virus SARS-CoV-2.

   Las seis ciudades con mayor número de muertes evitadas fueron París, Londres, Barcelona y Milán y, en términos generales fueron las ciudades españolas, francesas e italianas las que más redujeron sus niveles de NO2, entre un 50 y un 60 por ciento en todo el periodo, aunque en términos generales este contaminante se redujo considerablemente en toda Europa.

   Sin embargo, el descenso de otros contaminantes fueron menos acusadas Las reducciones de otros contaminantes fueron menos acusadas. Se cree

   que esto se debe a que cerca de la mitad de las emisiones de NO 2 las genera el transporte rodado, que fue el sector más afectado por las restricciones. El transporte por carretera contribuye mucho menos a las emisiones totales de los otros contaminantes estudiados.

   La investigación comparó las concentraciones de los principales contaminantes del aire en condiciones habituales de actividad con la estimación detallada de las emisiones derivada de las medidas que aplicaron los gobiernos en el confinamiento y que fueron distintas en cada país y sector de actividad.

   El director del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, Vincent-Henri Peuch, ha destacado que la investigación aprovecha el extraordinario conjunto de datos aportado por el CAMS que permite comparar con el "mayor realismo y precisión" posibles la calidad del aire europeo a raíz de las medidas para combatir la COVID-19 y lo

   que habría ocurrido en condiciones normales.

   Así, añade que este estudio ha permitido superar las limitaciones de otras investigaciones que, por ejemplo, comparaban años o periodos distintos. "El compendio multimodal del CAMS que se ha utilizado para generar este conjunto de datos cuenta con capacidades sin parangón en el mundo", ha subrayado.

   Por ello, elogia las conclusiones del mismo porque son "extremadamente importantes" ya que consolidan la evidencia cuantitativa de que las medidas gubernamentales relacionadas con la COVID tuvieron un efecto directo sobre los niveles de contaminación del aire en Europa, sobre todo por lo que se refiere al dióxido de nitrógeno (NO2).

   "Más allá del análisis de la mortalidad en los primeros meses de la pandemia, este estudio podría ayudar a determinar la política del futuro, porque se ven claramente los beneficios de reducir la contaminación en nuestras ciudades y la eficacia de ciertas medidas", ha añadido.

   Por su parte, la catedrática y primera autora del estudio, Rochelle Schneider, ha destacado que las políticas gubernamentales que se decidieron en la primavera y comienzos del verano de 2020 dieron "la oportunidad única" de estudiar un escenario real con niveles

   menores de contaminación del aire.

   Finalmente, el autor sénior del estudio, Antonio Gasparrini, ha manifestado que el confinamiento durante la primera ola de la pandemia de COVID-19 generó "inmensos" costes sanitarios y sociales, pero sin embargo también ha permitido que se dieran "condiciones únicas" para investigar los potenciales efectos de unas políticas estrictas para reducir los niveles de contaminación en las áreas urbanas.

   "Este 'experimento natural' ha sido un atisbo de cómo puede mejorarse la calidad del aire con drásticas medidas de salud pública que serían difíciles de aplicar en épocas normales. La información puede ser importante para diseñar políticas eficaces con las que resolver el

   problema de la contaminación en nuestras ciudades", valora.

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