PAMPLONA 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra ha condenado a 16 meses de prisión y a una multa de 360 euros a un hombre acusado de hurto y estafa, tras apropiarse de varias piezas de la parroquia de Aoiz valoradas en más de 10.000 euros y que pertenecían al Arzobispado de Pamplona.
La sentencia, dictada de conformidad entre las partes, indica que en octubre de 2006 se iniciaron unas obras en la casa del Capellán, integrada en la parroquia de Aoiz. Para las labores de desescombro el párroco del municipio contrató al acusado.
En el mes de mayo de 2007, el párroco le ofreció al procesado que se llevara unos palos antiguos, algunos candelabros y alguna imagen carente de valor, aunque, según la sentencia, el acusado aprovechó esta circunstancia para apoderarse "en su propio beneficio y sin autorización", de otras piezas propiedad del Arzobispado de Pamplona-Tudela.
Las piezas sustraídas fueron dos tablas pintadas que representaban a San José con el Niño en un taller de carpintería y una figura de un ermitaño; tres tablas que representaban a San Juan Evangelista, San Marcos y a Jesús con San Mateo y San Marcos; una talla de un crucificado; una talla de Santa Lucía; una talla de San Sebastián; una cruz de metal con el escudo de Aoiz; una cruz de hojalata y un relicario.
El valor en el mercado de todas las piezas ascendía a más de 10.000 euros. Además, algunas de ellas estaban clasificadas en el Catálogo Monumental de Navarra del año 1989 como estantes en el Museo parroquial de Aoiz.
Según la sentencia, el acusado solicitó al párroco municipal un documento para acreditar la donación de los efectos y éste se lo entregó debidamente firmado y sellado al pensar que lo que se llevaba el trabajador era lo que él mismo le había ofrecido.
Posteriormente, el acusado acudió a una tienda de antigüedades para vender las piezas garantizando su legítima procedencia con el documento firmado por el párroco de Aoiz. La tienda adquirió las piezas por 8.000 euros y las vendió a terceras personas.
Todas las piezas sustraídas han sido recuperadas y el dueño de la tienda de antigüedades reintegró el dinero a los compradores. Del mismo modo, el acusado indemnizó al dueño de la tienda con 8.000 euros, la misma cantidad que éste le había dado por la compra de las piezas.