MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
El empresario que amenazó con quemarse a lo bonzo si el Ayuntamiento de Loeches no le pagaba los 450.000 euros que según él le adeuda, José María Solís, aseguró hoy a Europa Press que el Ayuntamiento de Morata de Tajuña le debe también 50.000 euros por otras obras efectuadas.
Asimismo, señaló que su caso no es infrecuente y así, apuntó que otros empresarios "están hartos" de reclamar deudas a Ayuntamientos en una época de crisis económico. Aunque manifestó que no ha recibido llamadas de otros constructores solidarizándose con su situación, dijo conocer ejemplos parecidos al suyo, "como la empresa Ibermapa, también con el Ayuntamiento de Loeches".
Solís salió a las 9.00 horas del cuartelillo de la Benemérita de Arganda del Rey tras pasar ser detenido ayer por la Guardia Civil, tras encerrarse en su camión junto a un bidón de gasolina frente al Ayuntamiento de Loeches y amenazar con prenderse fuego si el alcalde de la localidad no le pagaba la supuesta deuda.
El empresario ha pasado la mañana durmiendo y esta tarde será sometido a un reconocimiento médico, ya que, según explicó a Europa Press, aún se encuentra "con un fuerte estado de ansiedad" y se ha visto "superado" por los hechos y su repercusión mediática.
Asimismo, indicó que aunque la Guardia Civil le ha tratado "correctísimamente", no ha podido pegar ojo en toda la noche. Solís ha salido en libertad con cargos por alteración del orden público y amenazas y con la obligación de presentarse el día 1 de cada mes, tras prestar declaración ante el juzgado número 1 de Arganda.
Por otro lado, mostró su satisfacción por alcanzar un principio de acuerdo con el Ayuntamiento de Loeches que, según precisó, se ha comprometido a pagarle este viernes 14.000 euros y el día 20 de febrero otros 151.000. "El resto, casi 300.000 euros, dicen que habrá que negociarlos porque se agarran a que hay unos defectos en las obras, que creo que no procede reclamar a los dos años de finalizarlas", dijo. El dinero que le abonen se destinará a pagar los pagos pendientes.
El constructor indicó que la obra comenzó a finales de 2005 y que, desde entonces, no ha percibido ninguna cantidad. "La Ley marca 60 días para pagar y si no se cumple, tendrán que abonar intereses. En muchos casos los Ayuntamientos no contemplan este punto, aunque en este caso creo que sí lo van a reflejar", dijo.
Respecto a su idea de quemarse a lo bonzo, el propietario de la empresa Cavas indicó que lo hizo de forma "impulsiva y no premeditada". "Sólo quería cobrar lo que es mío. Estaba muy desesperado. Por eso, me levanté y vio unos bidones de gasolina al lado de la moto y pensé: está es la mía", concedió.
