Los jesuitas centran su Anuario 2015 en la Ecología y proponen ejemplos para limitar los daños al medio ambiente

Actualizado: miércoles, 25 febrero 2015 17:02

MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Anuario de la Compañía de Jesús 2015 presenta el problema de la Ecología y aporta ejemplos de cómo evitar la destrucción del medio ambiente, que afecta a los más pobres del planeta, proponiendo un nuevo estilo de vida.

A lo largo de sus 143 páginas, los jesuitas analizan cómo la Compañía ha ido tomando conciencia del problema ecológico, sobre todo, desde su última Congregación General celebrada en 2008 y presentan algunos ejemplos de cómo se puede actuar para limitar los daños causados al medio ambiente.

Precisamente, en la última Congregación General, la Compañía de Jesús subrayó que "el cuidado del medio ambiente afecta a la calidad de la relación con Dios, con los otros seres humanos y con la misma creación" afectando "al centro de la fe".

Además, advirtió de que el modelo de explotación de las fuentes de energía y otros recursos naturales está aumentando el daño al suelo, al aire, al agua y a todo el medioambiente hasta el punto de ser "una amenaza para el futuro del planeta". "Agua insalubre, aire contaminado, deforestación masiva, residuos atómicos y desechos tóxicos están causando muerte e indecible sufrimiento, particularmente a los pobres", alertó.

Dos artículos presentan el tema de la ecología en el Anuario 2015 y abordan los tres aspectos ecológicos que preocupan a los jesuitas, entre los que destaca el cuidado de la naturaleza, pues los jesuitas consideran que las personas son cuidadoras de la Creación y deben protegerla.

Otro tema que preocupa a la Compañía es la defensa de los más vulnerables pues, según alertan, las poblaciones que menos han contribuido al deterioro del medioambiente son las más expuestas a los desastres ecológicos y las que más sufren sus efectos.

Asimismo, en el volumen hacen una propuesta de un nuevo estilo de vida ya que, según precisan, "el modo de vida consumista de los países que se suelen llamar desarrollados, así como el de las poblaciones ricas de estos países, no puede alcanzar a todos, porque el planeta no dispone de tantos recursos". Por ello, sugieren una "cultura de la sobriedad compartida, respetuosa con la creación y solidaria con los vulnerables".

A continuación, el Anuario presenta experiencias que la Compañía ha llevado a cabo o está realizando en distintas partes del mundo. Así, desde África se narra cómo los jesuitas jóvenes del Hekima College (Kenia) viven el problema en comunidad y cómo una granja agrícola de Zambia demuestra que es posible lograr abundantes cosechas respetando la naturaleza.

Mientras, desde América se presenta un libro de texto online sobre los grandes desafíos ecológicos desde una perspectiva integral, científica, espiritual y ética, basada en la espiritualidad ignaciana.

Por otro lado, señalan que la contribución de Asia es abundante y cuentan la experiencia de los "amigos de los árboles" en la India, exponen el caso de la defensa del río Mekong en Camboya, la defensa de la isla de Jesu en Corea, que ha llevado a la cárcel a un jesuita y la experiencia de los jesuitas de Asia-Pacífico cuya vida transcurre en medio de ciclones y desastres naturales.

Con respecto a Europa, el texto recoge una actividad promovida por una escuela profesional de Portugal para promover valores de la justicia social sin disociar la lucha contra la pobreza de los problemas ambientales.

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