Miles de toledanos presencian la primera procesión del Corpus Christi, con el calor como principal protagonista

Actualizado: jueves, 11 junio 2009 16:39

Cañizares destaca la grandeza de Dios y asegura que en estos años "me desgastado" por la Iglesia, "a veces hasta la extenuación"

Barreda destaca la lealtad y la relación mantenida en los últimos años entre el cardenal y el Gobierno de Castilla-La Mancha

TOLEDO, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

Miles de toledanos presenciaron hoy la primera procesión del Corpus Christi de Toledo, en la que la famosa Custodia de Arfe recorrió, un año más, las abarrotadas calles del Casco Histórico, con el sol y el calor, los abanicos y las sombrillas, como principales protagonistas, para regresar sobre las 13.30 horas a la Catedral Primada.

La festividad, como viene siendo tradicional, comenzó con el disparo de las Bombas Reales y la Misa Pontifical presidida por el cardenal prefecto de la Congregación por el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y administrador apostólico de Toledo Antonio Cañizares, cuyo relevo como arzobispo de la Archidiócesis de Toledo tomará el próximo 21 de junio Braulio Rodríguez Plaza.

Uno de los momentos más solemnes se produjo frente al Arco de la Sangre, con la tradicional alocución del administrador apostólico de Toledo, esta vez con sabor a despedida, previa a la bendición del Santo Sacramento, y durante la cual algunos devotos expresaron su fervor poniéndose de rodillas.

En sus palabras, monseñor Cañizares resaltó la necesidad de amar al Señor "como él nos ha amado", ya que al final de todos estos años "me horrorizo de pensar en el peligro de que, alguna vez, por falta de consideración o por estar absorto en cosas vanas, me haya olvidado del amor de Dios, y eso haya sido para Cristo causa de vergüenza".

"Bien sabe Dios, y lo digo consciente de mi debilidad y pequeñez, que no me he reservado nada, y que me he gastado y desgastado, sencillamente, por la Iglesia, por ella sin más. A veces hasta la extenuación", expresó el purpurado toledano.

Por ello, Cañizares puso de relieve que "todo lo bueno que ha habido en estos años es suyo, y las torpezas y debilidades --que haya podido cometer-- míos", expresó, resaltando la "misericordia infinita" que "ha desbordado entre sus criaturas".

El resto de sus palabras se centraron en la necesidad de que "nos unamos todos juntos para adorar al Señor y confesar juntos que Jesucristo camina con nosotros", ya que es él el que lleva su Iglesia "a la plenitud de la verdad y de la vida", a pesar de que "no le seamos fieles en todo momento, y aunque no le hayamos correspondido en nuestra torpeza y pecado a su amor y su gracia".

Por ello, pidió a los miles de fieles presentes en la toledana Plaza de Zocodover que "no podemos olvidar sus inmensos beneficios, y la infinita bondad que Jesucristo ha derramado en valor nuestro", por eso pidió que "todos juntos, y sin fisuras, volvamos los ojos hacia él", expresó.

Refiriéndose a la Custodia de Arfe, donde se encuentra el Corpus Christi, "admiramos el lugar donde se contiene todo el amor y la misericordia, la plenitud de la vida eterna, la herencia de los santos y la comunión con Cristo, que hace posible que surja un mundo nuevo, donde habite la justicia y reine el amor".

La procesión estuvo presidida un año más por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, acompañado esta vez por la consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo, y por el consejero de Ordenación del Territorio, Julián Sánchez Pingarrón. El presidente de las Cortes, Francisco Pardo, encabezó la representación parlamentaria, junto a la secretara de la Mesa, Matilde Valentín.

MÁS PARTICIPANTES

Tras ellos desfilaron el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano; el subdelegado del Gobierno en Toledo, Javier Corrochano; el presidente de la Audiencia Provincial, Manuel Gutiérrez Sánchez-Caro, y el Fiscal Jefe, José Javier Polo.

El alcalde, Emiliano García-Page, encabezó la representación de la Corporación municipal; después de la cual desfilaron representantes de la Diputación, con el presidente José Manuel Tofiño a la cabeza; junto a miembros del Policía Nacional, la Guardia Civil y la Universidad de Castilla-La Mancha.

Desde los balcones de la Delegación del Gobierno, funcionarios, trabajadores y medios de comunicación siguieron el desfile procesional. Entre el resto de asistentes, en otros balcones cuya fachada también mira a la toledana Plaza de Zocodover, destacó la presencia de la presidenta del PP y secretaria general de partido, María Dolores Cospedal, y del eurodiputado del PP, Jaime Mayor Oreja, acompañados de una nutrida representación 'popular'.

El presidente de Castilla-la Mancha, José María Barreda, aseguró momentos antes de participar en la Santa Misa, que acude a esta tradicional procesión, emblemática en Toledo, porque "me gusta que las costumbres y las tradiciones se potencien y se pongan en valor, porque forman parte de nuestra identidad".

Barreda, que destacó la tradición profundamente arraigada del Corpus desde hace muchos siglos en la ciudad, reconoció que "en Toledo y en España, una fiesta como esta forma parte de nuestras propias esencias".

En este contexto, tuvo palabras de reconocimiento hacia monseñor Cañizares, ya que esta será su última procesión de Corpus Christi en Toledo, y destacó la lealtad así como la relación mantenida entre el cardenal y el Gobierno de Castilla-La Mancha

TRADICIÓN DEL CORPUS

Es tradición que con la primeras luces del día las calles del casco antiguo de Toledo se cubran de ramilletes de tomillo y romero y que los cohetes y morteros anuncien la fiesta grande de la capital regional en la que se engalanan los muros de la Catedral Primada con bellos tapices de los siglos XVI y XVII.

Este es el sexto año consecutivo en que la procesión sale en jueves y en domingo, después de que se volviera a recuperar la procesión del jueves, el día en que era tradicional hasta 1991, cuando por la adaptación del calendario religioso al civil se trasladó la fiesta al domingo en todo el territorio nacional, salvo en Granada.

La procesión del Corpus Christi de Toledo salió por primera vez en 1263, y en la actualidad está declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional. Con motivo del mismo, las calles de la ciudad se engalanan desde días antes con diferentes adornos, flores, tapices y mantones de Manila que cuelgan de los balcones.