MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un total de 122 voluntarios de la Asociación de Lesionados Medulares (Aspaym), víctimas de accidentes de tráfico, acompañarán hasta el 19 de julio a los agentes de la Guardia Civil en algunos controles de alcoholemia para tratar de convencer a los conductores que den positivo en la prueba de que no cambien el coche por una silla de ruedas por culpa del alcohol.
Bajo el lema 'No corras, no bebas...no cambies de ruedas', los voluntarios de Aspaym participarán los fines de semana en la campaña especial de control del alcohol que Tráfico realiza en 800 puntos de carretera de 20 provincias distintas desde el pasado 6 de julio. En total, está previsto que se realicen 300.000 controles.
Estos voluntarios son víctimas de accidentes de tráfico y, algunos de ellos, se estrellaron por culpa de haber bebido antes de subirse el coche. "No quisiéramos tener ni un sólo socio más procedente de esta lacra", aseguró durante la presentación de la campaña el presidente de Aspaym, Alberto de Pinto, quien indicó que el objetivo es "tratar de demostrar que los accidentes son evitables en un alto porcentaje".
La lesión medular y el traumatismo craneoencefálico son dos de las consecuencias más trágicas de los accidentes de tráfico. Así, alrededor de 6.000 personas son dadas de alta cada año en los hospitales españoles con traumatismos craneoencefálicos, que producen alteraciones físicas, sensoriales, cognitivas y conductuales, tras sufrir un accidente de tráfico.
El alcohol estuvo presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los 1.929 accidentes mortales que se produjeron en las carreteras en 2008, por lo que, según la DGT, si no se hubiera consumido alcohol se hubiera podido evitar la muerte de 700 personas.
Pese a estas cifras y que el índice de positivos en controles de alcoholemia se ha reducido del 3,9 por ciento en 2003 a 1,85 por ciento en 2008, más de 19.000 conductores han sido detenidos en los últimos 12 meses por triplicar la tasa máxima de alcohol y 1.250 personas están en la cárcel por reincidir en el consumo de bebidas alcohólicas y sentarse al volante.
Los controles se realizarán tanto en horario nocturno como al mediodía con el objetivo de disuadir de la ingesta de bebidas alcohólicas durante las comidas.
