SABADELL (BARCELONA), 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra han desarticulado la banda más activa de los últimos años dedicada al robo de turismos de lujo en concesionarios y talleres mecánicos de Cataluña y otros puntos de España para después desmontarlos y volver a montar las piezas en vehículos siniestrados.
La policía catalana ha detenido a 15 personas, de entre 25 y 40 años, por su presunta participación en esta trama y ha desmantelado a la cúpula de esta organización.
El jefe de la Unidad Central de Robos y Patrimonio Histórico, Xavier Cors, ha destacado la complejidad de la operación, ya que se trata de una organización criminal que actuaba desde hacía años y era la responsable de "orquestar y encargar los robos".
La investigación, que se inició a finales de septiembre después de un repunte de robos de coches en concesionarios y talleres mecánicos, ha hecho caer en la comarca del Anoia (Barcelona) a los integrantes del grupo que habría cometido decenas de asaltos por el método del alunizaje.
Las pesquisas llevaron hasta 11 domicilios, cuatro empresas y dos talleres mecánicos de las localidades de Vilanova del Camí, Igualada, La Torre de Claramunt, La Pobla de Claramunt, Capellades, Santa Maria de Miralles y Barcelona.
El grupo desarticulado se movía por toda Cataluña y otros puntos del Estado tomando grandes medidas de seguridad para no ser detectado.
Estaba liderado por dos hermanos, uno de ellos propietario de un taller mecánico, y compraba vehículos de gama alta procedentes de siniestros antes de ser desguazados.
Luego, encargaba el robo de otro vehículo de la misma marca y modelo que el siniestrado en un concesionario, que desmontaba y volvía a montar las piezas en el accidentado. Finalmente, el vehículo reparado se vendía como si fuera de segunda mano.
El montaje de los turismos se realizaba en talleres mecánicos o locales adecuados para este fin. Entre el robo y el montaje, el grupo dejaba pasar un tiempo, que podían ser meses, para escoger el momento más adecuado para realizar la operación.
Los Mossos han encontrado tres puntos destinados a esta función: una nave industrial en Igualada y un aparcamiento y un local en Vilanova del Camí.
"La pericia en la manipulación de los vehículos hacía imposible que ninguna unidad policial de control pudiese darse cuenta de la modificación", ha subrayado Cors, quien ha explicado que la policía catalana también estudia la implicación de la banda con redes de tráfico de drogas.
La investigación ha descubierto que el grupo utilizaba los vehículos robados para cometer nuevos alunizajes y que los vendían a traficantes de droga sin que estos supieran que llevaban un navegador GPS, hecho que permitía a la banda la posterior localización del vehículo para asaltarlo con la droga.
Los Mossos han realizado 15 registros en pisos y empresas, y dos inspecciones en talleres de vehículos de Barcelona y diferentes locales del Anoia. Fruto de estos registros, se intervinieron 45 vehículos con manipulaciones en el bastidor y motor, con piezas no originales y etiquetas identificativas borradas o cortadas, 65.500 euros en efectivo; siete kilos de hachís, y 15 dispositivos GPS.
La operación se ha saldado con 15 detenidos, de los que 10 han ingresado en prisión provisional, a los que se atribuye de los delitos de asociación ilícita, robo continuado, hurto de uso de vehículo, falsedad documental, receptación y contra la salud pública.
Los Mossos, que esperan que este tipo de delitos disminuya considerablemente tras la operación, dan por desarticulado al grupo, aunque la investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.
