Archivo - Campos de lavanda, a 8 de julio de 2024, en Brihuega, Guadalajara, Castilla-La Mancha (España). - Rafael Martín - Europa Press - Archivo
MADRID 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
La comarca de La Alcarria esconde un secreto que, cada mes de julio, se desvela en un estallido de color y aroma. Brihuega, conocida como el 'Jardín de la Alcarria', se transforma en un lienzo gigante donde miles de hectáreas de lavanda tiñen el horizonte de un vibrante púrpura, regalándonos una experiencia sensorial inolvidable.
Desde hace años, sus amplios campos plantados con lavanda han transformado el paisaje, ofreciendo un espectáculo sensorial inolvidable: kilómetros de flores en flor que perfuman el aire y tiñen el horizonte de púrpura, un escenario vibrante que atrae a miles de viajeros.

Los cultivos de lavanda y lavandín, un híbrido local, tiñen el horizonte de un intenso violeta. La floración alcanza su esplendor a mediados de julio, momento en que Brihuega se viste de gala: los campos acarician el paisaje, liberando un aroma embriagador que convierte cada respiración en un instante de pura contemplación

Al caer el sol, conciertos únicos resuenan entre las flores, mientras los asistentes, vestidos de blanco, se funden con el paisaje en una coreografía de colores y aromas. No es solo un evento, sino una ceremonia sensorial donde la música, el atardecer y el perfume de la lavanda se alían para crear memorias imborrables.
En los últimos años, la gastronomía, elevada por maestros como Dani García --cuya trayectoria brilla con dos estrellas Michelín--, ha encontrado aquí un escenario excepcional. Platos que dialogan con la esencia del territorio, convirtiendo cada bocado en un homenaje a la tierra.
Lo que comenzó como un audaz experimento agrícola, impulsado por la visión y perseverancia de los Hermanos Corral, hoy es un símbolo de identidad y revitalización para la región. Inspirados por los campos de la Provenza francesa, descubrieron que el clima y el suelo de Brihuega eran idóneos para el cultivo de la lavanda y el lavandín, un híbrido local.

El resultado es un paisaje que quita el aliento: kilómetros de flores en plena floración que perfuman el aire, invitando a la contemplación. Respirar se convierte en un acto de pura meditación, mientras el aroma embriagador de la lavanda inunda cada rincón.
Los campos se despliegan alrededor de Brihuega, en parajes como Malacuera, Hontanares y Villaviciosa de Tajuña, cada uno con su propia personalidad, pero unidos por ese manto violeta que parece no tener fin.
La floración alcanza su cenit entre finales de junio y julio, aunque el capricho del clima puede adelantar o retrasar ligeramente el espectáculo. El festival, celebrado a mediados de julio, marca el punto álgido, pero quienes prefieran la intimidad con el paisaje encontrarán en el amanecer o el atardecer las horas más propicias,

UN SINFÍN DE ACTIVIDADES PARA DISFRUTAR DE BRIHUEGA.
Durante el mes de julio, Brihuega se convierte en el epicentro de una experiencia sensorial única, donde los campos de lavanda en plena floración tiñen el paisaje de tonos violetas y perfuman el aire. Los visitantes pueden sumergirse en talleres artesanales, como la creación de velas naturales, perfumes alquimistas o cerámica decorada con motivos de lavanda, impartidos en el antiguo Lavadero. Las visitas guiadas a los campos -organizadas por el Ayuntamiento- ofrecen un recorrido íntimo por este espectáculo natural.
La programación cultural se enriquece con exposiciones como 'España en floración' en la Iglesia de San Miguel, rutas a caballo por la Alcarria, e incluso vuelos en globo o parapente sobre los campos morados.

Para los más tranquilos, las clases de yoga al amanecer entre lavandas o las visitas nocturnas con enfoque etnobotánico añaden un toque de serenidad. La gastronomía y el mercado artesanal completan una oferta que transforma Brihuega en un destino donde tradición, naturaleza y creatividad fluyen en armonía.
Si planeas visitar Brihuega, es esencial llevar calzado cómodo, protección solar y agua. Pero, sobre todo, ven con la mente abierta y la disposición para abandonarte al hechizo de un lugar donde la naturaleza se convierte en arte.

Las visitas guiadas te permitirán profundizar en la historia y los secretos de este cultivo, mientras que el alojamiento en Brihuega o sus alrededores te invita a prolongar esta experiencia única.
Brihuega te espera para envolverte en su milagro violeta. ¿Estás listo para dejarte seducir por el encanto de la Provenza española?