Concluye la conservación de los restos arqueológicos del Cerro de la Mota en Medina (Valladolid

Yacimiento del Cerro de la Mota
JCYL - Archivo
Publicado: miércoles, 6 febrero 2019 13:00

VALLADOLID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Junta de Castilla y León ha concluido la conservación de los restos arqueológicos del Cerro de la Mota en Medina del Campo (Valladolid) tras una inversión en el Centro de Recepción de Visitantes del Castillo que supera los 19.000 euros.

Con la intervención de la Consejería de Cultura y Turismo se hacen más comprensibles los restos arqueológicos del Cerro de La Mota, un poblado de la I Edad del Hierro que el centro alberga en su interior, con lo que se pretende así reforzar el atractivo de estos restos, junto al Castillo de la Mota.

El director general de Patrimonio Cultural, Enrique Saiz, ha presentado las labores de conservación y mejora que ha llevado a cabo la Consejería realizadas debido a la necesidad de revisar algunos elementos para la mejor conservación e interpretación de los restos arqueológicos del Cerro de la Mota que se encuentran en la parte baja del edificio.

El primero de los aspectos a mejorar derivaba del necesario mantenimiento de estos restos, de delicada materialidad, que se encuentran en un sótano semiabierto y con un uso turístico intenso y continuado.

Por ello, se ha modificado el sistema de cierre perimetral del sótano, para impedir la entrada de material y poder mantener las condiciones de ventilación necesarias. Además, se ha suplementado la estructura previa con una red más tupida, diseñando un nuevo sistema de sujeción que permite conservar esas condiciones e integrarla a su vez en la imagen del edificio, han informado a Europa Press fuentes del Gobierno autonómico.

Junto a esto, se han realizado labores de conservación directa sobre los restos, que han permitido reevaluar las condiciones de mantenimiento de unas estructuras singulares, formadas en gran parte con materiales adobe y configuradas sobre sustratos de cenizas, lo que conlleva medidas delicadas para su preservación.

Por ello, se han tomado datos y se ha practicado una investigación experimental para desarrollar métodos de consolidación y humidificación de estos materiales que permitan su consolidación y conservación a medio o largo plazo.

Finalmente, la mejora del espacio se ha completado con el estudio y desarrollo de iluminación de los restos, que permite apreciar con más calidad los diferentes elementos, técnicas y detalles constructivos del yacimiento. Además, se ha reforzado la explicación de los restos con medios audiovisuales interactivos, para ampliar la documentación y mejorar la comprensión de los restos al visitante.

Todas estas actuaciones, que se han llevado a cabo a lo largo del pasado año 2018, han supuesto una inversión, por parte de la Junta de Castilla y León, de más de 19.000 euros.

INTERVENCIONES ARQUEOLÓGICAS

Entre los años 2001 y 2003 la Consejería llevó a cabo en el Cerro de La Mota diversas intervenciones arqueológicas que proporcionaron información sobre el poblado de la Primera Edad del Hierro que allí se ubicó. Una parte considerable de los restos localizados se recogieron en el Centro de Interpretación del Castillo.

En este espacio se puede entender cómo se configuraba parte del urbanismo del cerro en esta época, así como las técnicas de construcción de la época. La excavación de los restos que hoy se observan, confirmó que el cerro estaba densamente poblado en la I Edad del Hierro.

Las estructuras arquitectónicas registradas pertenecen a tres momentos de ocupación, que se desarrollan en el momento de Plenitud del Horizonte de Soto (siglos VII y V antes de Cristo) y se caracterizan por ser construcciones de barro y madera. En el más antiguo conviven modelos domésticos de planta circular con los cuadrangulares.

Un ejemplo de este momento es el espacio dispuesto en el extremo sur, que se proyecta más allá del espacio excavado, con un suelo de adobes dispuestos en torno a un hogar. Otra muestra de este momento es la singular técnica constructiva donde se colocan los adobes del muro, creando un juego de entrantes y salientes.

A una segunda fase constructiva pertenecen varias viviendas de planta cuadrangular, en algunas de las cuales se pudieron identificar los hogares, siempre de planta cuadrada y situados en el centro de la habitación principal.

En los muros se reconocen zócalos internos con indicios de que estuvieron blanqueados y pintados con trazos de color rojo. En la tercera fase se constató que los restos conservados estaban en mejor estado, pese a las destrucciones provocadas por los hoyos-basurero de época medieval.

Además, se pudo recuperar un conjunto material propio de los asentamientos soteños de época plena, destacando la cerámica a peine, con gran calidad, y el alto porcentaje de cerámica pintada.

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