Un vuelo de Qantas tiene que desviarse a Dubai por un problema de motor

Aerolínea Australiana Qantas
REUTERS/DANIEL MUNOZ
Europa Press Transportes
Actualizado: viernes, 4 noviembre 2011 13:06

MADRID 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un vuelo de la aerolínea australiana Qantas con 258 pasajeros a bordo tuvo que desviarse a Dubai después de que el piloto se viera forzado a apagar un motor del A380 debido a un problema detectado en la cantidad de aceite, según informó la prensa local australiana.

El avión que transportaba un total de 258 personas incluido el actor inglés, escritor y comediante Stephen Fry, aterrizó sin dificultades en Dubai dos horas y media después.

El actor fue ofreciendo actualizaciones de lo ocurrido en el avión a través de su cuenta de Twitter. "Obligado a aterrizar en Dubai. Un motor ha decidido no funcionar", "Estamos atrapados en la pista por más de una hora", tuiteó a sus tres millones de seguidores.

Según el actor, los pasajeros parecían estar de buen humor y elogió la labor del personal. Sin embargo, su paciencia se esfumó cuando comprobó que se había dejado su billetera en el avión y también lo escribió en su Twitter. Qantas le respondió que la tripulación estaba buscándola y se la harían llegar cuanto antes.

La aerolínea, que tiene uno de los mejores historiales de seguridad en vuelo de la industria aeronáutica, lamentó el suceso y aseguró que era "un suceso extraordinario" y que investigarán lo ocurrido para hacer "que la nave vuelva a volar tan pronto como sea posible".

PROBLEMAS EN LOS MOTORES.

Este problema se produce justo un año después de que la explosión de un motor en pleno vuelo obligara a la aerolínea a dejar en tierra a toda su flota de A380 por casi un mes.

El pasado año, el 4 de noviembre, un Airbus A380 de la compañía australiana registró la explosión de un motor después de que despegara desde Singapur con destino a Sidney. La nave regresó a Singapur y aterrizó sin complicaciones.

En esta emergencia del año pasado, el disco de una turbina se desintegro y lanzó fragmentos de metal a velocidad supersónica a través del ala de la nave, dañando sus sistemas y pasando cerca de la cabina.

El último incidente ocurre tras una serie de reveses para la aerolínea australiana, que ha vivido una de las crisis más graves de la última década este fin de semana, cuando la aerolínea decidió dejar todos sus aviones en tierra por las huelgas de pilotos internacionales, personal de tierra y mecánicos.

El parón, que duró dos días, afectó a unos 80.000 personas en todo el mundo. Al final, el órgano de arbitraje de disputas laborales de Australia medió y ordenó la madrugada del lunes el fin inmediato de las huelgas y concedió 21 días a todas las partes para alcanzar un acuerdo.

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