MADRID, 15 Feb. (OTR/PRESS) -
Los tripulantes del vuelo 815 de Oceanic Airlines no podían imaginar, cuando salieron de entre los hierros de su avión estrellado, que la isla en que se encontraban no sólo suponía una amenaza para ellos, sino que además les envolvería en un laberíntico viaje en el espacio y el tiempo que, con el arranque de esta sexta y definitiva temporada, alcanza un nuevo nivel y supone un transgresor desafío a todos los fanáticos de la serie.
Mientras el puzzle termina de completarse, sus piezas se amontonan en una nueva dimensión que desafía las leyes de la lógica: tras la brutal explosión que cerró la quinta temporada, el grupo de supervivientes atrapado en los años 70 despierta en la isla en el mismo momento en que la dejaron. Sawyer lanza toda su ira contra Jack: su plan para cambiar el pasado y hacer que su avión nunca se estrellase en la isla del Pacífico ha fallado. ¿O no? Las palabras de una moribunda Juliet pueden ser la respuesta: "Funcionó".
Y es que, paralelamente a las nuevas desventuras que los supervivientes afrontan en la isla, los espectadores son testigos de otra realidad bien distinta: el Oceanic 815 nunca se estrello, todos los tripulantes están a salvo, el plan de Jack fue un éxito. ¿Cuál es la causa de este desdoblamiento? ¿Se encontrarán estas dos dimensiones en algún momento? Todas las incógnitas encontrarán sus respuestas en esta sexta y última temporada.
En este nuevo episodio que Cuatro emite a partir de las 22.20 horas, Kate continúa con su huída de la justicia tras aterrizar en Los Ángeles, y en mitad de su fuga se encontrará con un personaje que, en la otra realidad, también conoció la vida en la isla. En esta otra dimensión, todos tratan de entender cómo es posible que Sayid haya vuelto a la vida. Mientras Jack intenta averiguar toda la verdad sobre los habitantes del Templo, Sawyer y Kate planean su huída.