Visto para sentencia el juicio del caso 'Malaya'
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 30 julio 2012 16:14

Roca: "Lamento profundamente el daño que se le ha causado a la ciudad de Marbella con motivo de esta causa"


MÁLAGA, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

El juicio del caso 'Malaya', contra la presunta trama de corrupción en Marbella (Málaga), ha quedado este lunes visto para sentencia, después de que 17 de los 86 procesados hayan ejercido su derecho a la última palabra, entre ellos el principal acusado, Juan Antonio Roca, que ha lamentado "profundamente el daño que se le ha causado a la ciudad de Marbella y a los ciudadanos con motivo de esta causa". El Tribunal dictará una sentencia "justa", previsiblemente en seis u ocho meses.

Roca ha sido el primero en dirigirse al Tribunal y ha pedido una reflexión sobre su situación penitenciaria y sobre por qué se le pide más años de cárcel que a otras personas, incidiendo en que "estoy pasando mi séptimo verano en prisión" y si el Tribunal acepta la petición del ministerio fiscal, de 30 años de cárcel, "sería pasar el resto de mi vida en prisión".

Ha recordado que un día un recluso con el que compartía mesa le preguntó qué delito había cometido para pedirle más años de prisión que a él y no supo qué contestarle. "El recluso que me hizo esa pregunta era Santiago del Valle, que varios meses después fue condenado a 22 años de prisión por el asesinato de Mariluz Cortés", ha explicado, relatando que al entrar en la cárcel conoció a un hombre condenado a 14 años por el asesinato de su mujer, al que ya se le ha concedido el tercer grado penitenciario y "está disfrutando de un régimen de semilibertad".

Ha asegurado que "el nombre de Marbella se ha visto asociado en los últimos años inexorable y negativamente a esta causa" y que, en su caso, "se ha pretendido reescribir mi pasado de una forma un tanto parcial, incluso mi pasado muchos años antes de vincularme con el Ayuntamiento de Marbella, incluso he podido oír en esta sala a algún funcionario de Policía decir que soy un delincuente cuasi patológico, casi genético". Ha pedido perdón al Tribunal por ser "más vehemente de lo que debía haber sido" en sus interrogatorios.

Ha lamentado la situación del resto de imputados, tanto de su familia, como son su cuñado y su mujer, ambos acusados; como de "los que ni siquiera conocía antes de llegar aquí y se les acusa de estar relacionados conmigo", así como de los "excelentes profesionales que contraté y se han visto involucrados", de los empresarios con los que se relacionó y "de mis amigos, algunos han estado aquí exclusivamente por ser mis amigos míos".

Ha agradecido al Tribunal en general, y en concreto al presidente, José Godino, las facilidades y el trato "tan extraordinario y exquisito" recibido; a la secretaria judicial y a los funcionarios su profesionalidad y "porque he podido ver y experimentar el lado más humano de la justicia"; y a su abogada, Rocío Amigo; pero sobre todo ha dado las gracias a su familia, asegurando que "ni viviendo 1.000 años podré devolverles el cariño que me han prestado".

El exalcalde Julián Muñoz ha ejercido su derecho y ha afirmado que se le conoce "como un ladrón porque un iluminado de Dios y la justicia le ha dado por decir eso", recordando que no tiene condenas por quedarse con dinero y estuvo en la cárcel tres años por dar licencias según lo que decían los técnicos, tras un pacto del que no se arrepiente. Ha dicho que se le ofreció la libertad "si decía lo que el juez Torres quería" y que los empresarios acusados intentaron "que Marbella fuera una ciudad habitable, segura y limpia".

La exedil socialista Isabel García Marcos ha proclamado su inocencia y ha recordado la situación vivida cuando fue detenida. Ha dicho que es "inocente activa" porque siempre "he mirado papeles" y no hubo resolución "donde no nos hayamos ajustado a lo que nos han informado". Ha reiterado que fueron "empujados por nuestro grupo político para firmar la moción de censura" y que "siempre" ha actuado dentro de la legalidad.

Ha criticado el "ensañamiento" y la "hostilidad absurda" que a su entender han sufrido y ha pedido a la Sala, con la voz quebrada, que "nos devuelvan la fe en la justicia" y "acaben con esta causa general que se ha abierto contra nosotros y con esta forma de hacer las cosas, porque España no merece una justicia así". La exalcaldesa Marisol Yagüe ha dirigido unas palabras a la Sala, pero sin micrófono, mostrando su agradecimiento.

También ha intervenido el exedil Tomás Reñones, quien ha insistido en que "lo único que he hecho es trabajar muchísimo, lo que me ha reportado un sueldo y estar aquí". La exconcejala Carmen Revilla ha ejercido este derecho también, al igual que el exsecretario municipal Leopoldo Barrantes, que ha insistido en que siempre actuó "conforme a la legalidad".

El exprimer teniente de alcalde Pedro Román ha dicho que el fiscal le pide 21 años de prisión "probablemente más de lo que me queda de vida" y ha exigido una sentencia "en la que se aplique la ley y no se tenga en cuenta que me llamo Pedro Román, o que estuve hace años al lado de Jesús Gil". "Prefiero entrar 1.000 veces más en prisión a que un solo ciudadano piense que cogí un solo euro del Ayuntamiento", ha apostillado, asegurando que "el paso del tiempo me absolverá".

El empresario Rafael Gómez Sánchez, 'Sandokán', ha indicado que el daño que se le hizo a él y su familia al detenerle "es irreparable para toda la vida", señalando, como muestra de lo que han sufrido, que "mi mujer el otro día me preguntó: oye Falete, no te ha dado nunca por ahorcarte?". Llorando, ha asegurado que "nos han señalado para siempre" y que "el daño más grande ha sido el de dejar a casi 10.000 familias sin trabajo".

También han intervenido los constructores José Ávila Rojas, quien ha asegurado que el caso 'Malaya' "fue el comienzo de la crisis en España" y que le han "destrozado la vida"; Tomás Olivo, que ha criticado la instrucción que "de un plumazo se llevó por delante el honor" de los empresarios; y Cristóbal Peñarroya, quien, visiblemente afectado, ha dicho que el ver a su mujer llorando es algo que "no se lo perdonaré ni al juez Torres ni al fiscal que tengo aquí". Todos los que han intervenido han reiterado su inocencia y agradecido el trato dado por el Tribunal, secretaria judicial y funcionarios.

EL MAGISTRADO

Antes de decir "visto para sentencia", el presidente del Tribunal se ha dirigido a los procesados, asegurando que la Sala dictará "con absoluta independencia e imparcialidad" una sentencia "justa, sin necesidad de ningún otro calificativo". Ha señalado que las previsiones son que esta resolución esté en un plazo de entre seis u ocho meses.

Ha subrayado que el Tribunal se ha esforzado en atender las peticiones de las defensas, para "subsanar en la medida de lo posible las deficiencias que se hubiesen producido en tan compleja instrucción", y en dar un trato "respetuoso y digno" a todos los acusados. Ha expresado su agradecimiento a las instituciones, que han puesto los medios personales y materiales para la celebración de un juicio "de esta naturaleza", máxime en esta situación de crisis.

También se ha dirigido a los otros dos miembros del Tribunal, Rafael Linares y Manuel Caballero Bonald, "magníficos magistrados y aún mejores amigos", asegurando que "es un lujo tenerlos" y agradeciendo su "discreta pero decisiva ayuda"; y a la secretaria judicial, de la que ha subrayado su profesionalidad y ser "perfecta coordinadora"; así como al fiscal, Juan Carlos López Caballero, letrados y procuradores por su colaboración y "lealtad procesal".

El presidente ha dicho sentirse "orgulloso" de todos los funcionarios que han hecho posible el desarrollo del juicio, destacando que su labor ha sido "un verdadero ejemplo de lo que debe ser un servidor público en cuanto a atención al justiciable y eficacia en el trabajo" y ha hecho mención a los periodistas que "día a día durante casi dos años han venido ofreciendo una información veraz y objetiva" del juicio.