Muestra sobre esculturas del Santo Entierro y la Hermanda de la Sangre de Cristo
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 16 enero 2017 15:50

Reúne imágenes que procesionan en Semana Santa y muestra parte del patrimonio de la Hermandad Sangre de Cristo

ZARAGOZA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Museo Alma Mater de Zaragoza acoge del 16 al 29 de enero la exposición 'Imágenes de devoción', que reúne un grupo de esculturas de Cristo que forman parte de la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo en la capital aragonesa, así como otras piezas que pertenecen al patrimonio de la entidad organizadora de este acto religioso, la Hermandad de la Sangre de Jesucristo y Madre de Dios.

En total, son 24 piezas que resumen la devoción de la ciudad en el Santo Entierro, que se muestran bajo el lema 'Sanguis Christi Inebria Nos', es decir, 'Sangre de Cristo, confórtanos', que va a agrupar varias actividades que van celebrarse con motivo del 400 aniversario la primera notificación que se posee del Santo Entierro.

Así lo han explicado el comisario de la exposición y miembro del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Wifredo Rincón, el director del Museo Alma Mater, Domingo Buesa, el presidente de la Hermandad de la Sangre de Cristo, Ignacio Giménez, y el responsable de Patrimonio de la hermandad, Ignacio Navarro.

El presidente de esta entidad, Ignacio Giménez, ha invitado a todos los zaragozanos a disfrutar de esta exposición "excepcional" con algunas piezas "difíciles de ver" ya que están habitualmente en domicilios o salas particulares, mientras que otras forman parte de los pasos de Semana Santa y "no se pueden ver en detalle" como en esta ocasión.

A su entender, Zaragoza posee "una colección de arte que en otra ciudades ya querrían", un "patrimonio del que no disfrutamos convenientemente" y esta es una "oportunidad" para hacerlo. Ha recordado que la hermandad, además de organizar el Santo Entierro y encargarse de la recogida de cadáveres en la ciudad, también tiene la misión de conservar el patrimonio.

El comisario de la exposición, Wifredo Rincón, ha comentado que se han reunido "una serie de imágenes de la devoción de los zaragozanos" de los últimos 200 años, si bien hay algunas piezas más antiguas, como el Cristo del Viacrucis, del siglo XVI.

Al respecto, Ignacio Giménez ha comentado que esta pieza ha sido recientemente restaurada, lo que ha permitido datarla en el siglo XVI, algo que ha sido una "sorpresa" y "le da más valor". Otras piezas de la muestra en las que se ha intervenido recientemente son el Cristo de la presidencia de la hermandad, el de la vicepresidencia, un Ecce Homo y Jesús Atado a la Columna.

DOS SALAS

La exposición 'Imágenes de devoción' se ha dividido en dos salas. En la primera, se pueden contemplar varios crucificados además de otras piezas. Así, está presidida por una escultura de la muerte, "que históricamente salía al principio del Santo Entierro haciendo referencia a la muerte que nos llega a todos", ha relatado el comisario.

También se pueden ver cuatro crucificados vinculados a la Hermandad; dos bustos, uno de un Ecce Homo y otro de la Virgen Dolorosa, y un boceto del paso de la Entrada de Jesús en Jesuralén, obra de Antonio Palau, de 1862, de una colección privada.

Rincón ha indicado que este paso fue destruido en 1935, "durante la República, cuando intencionadamente se quemó el almacén de pasos de la Sangre de Cristo, un martes santo, cuando estaban preparados para procesionar" y ahora queda este boceto. En esta primera sala también se muestra una imagen de Jesús Descendido que procesiona en Semana Santa.

En la siguiente sala, está el resto de las imágenes que salen en el Santo Entierro, de las que para la muestra solo se exhibe la escultura Cristo, salvo en el Prendimiento, donde aparece junto a la de Judas "para mantener el contexto", ha precisado Rincón.

En esta sala también hay un relicario de ébano y marfil o hueso, "que tiene tallada con toda la pasión de Cristo", de 1618, y una cruz de espejos, también con reliquias, "importante desde el punto de vista artístico".

IMÁGENES PROCESIONALES

Respecto a las imágenes procesionales, hay cuatro de Tomás Llovet, que fue director de Escultura de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza entre 1812 y 1848.

En 1818, realizó tres pasos para la Hermandad, el Ecce Homo, Jesús Atado a la Columna y Jesús Camino del Calvario, que se financiaron con dos corridas de novillos, dinero que también sirvió para realizar la imagen de la muerte, de la que no se conoce el autor, y en 1828, efectuó el grupo de la Llegada al Calvario.

Otro autor es José Alegre, que también fue director de Escultura de la Real Academia de San Luis, del que se muestra el Cristo del Prendimiento y el del Descendimiento, así como la Virgen de este último paso, las tres figuras de 1847, junto a la Virgen de la Crucifixión, de 1841. Igualmente, hay una figura del valenciano Francisco de Borja, la de Jesús en la oración en el huerto, de 1913.

PECULIARIDAD DE ZARAGOZA

La parte central de esta sala acoge el Cristo de la Cama, de Antonio Palau, que yace en una cama neoplateresca de 1856, pieza acompañada de una imagen de la Dolorosa del mismo año y autor. El comisario ha aclarado que procesionar al Cristo en una cama "es una originalidad de Zaragoza" ya que otros lugares va en una urna de cristal o madera.

Rincón ha comentado que no se conoce el motivo de esta tradición y ha indicado que la cama actual es la tercera de la que se tiene constancia para este Cristo. En ella, se ha tallado el Credo con las figuras de los apóstoles, que aparecen en unas hornacinas esculpidas y que poseen unas pequeñas filacterias donde figuran los distintos fragmentos de este texto.

También se puede ver sobre el Cristo la medalla de Héroe de los Sitios que se le concedió en 1908 con motivo del primer centenario de los mismos y el escudo de la Hermandad de la Sangre de Cristo.

El comisario ha explicado que esta exposición hace que esta sea la segunda vez que el Cristo de la Cama visita el Palacio Arzobispal, junto al que tiene su sede el Museo Alma Mater. La primera fue el 17 de febrero de 1809.

Según ha narrado, el convento de San Francisco, actual sede de la Diputación Provincia, fue bombardeado por las tropas francesas y una mujer, María Blánquez, junto a varios hombres sacaron esta escultura de las ruinas y llevaron al Palacio Arzobispal, donde estaba el general José Palafox herido.

Este, después de venerar la imagen, la mandó llevar al Pilar, donde permaneció todos los Sitios y durante la dominación francesa en la Santa Capilla, junto a la Virgen.

VALOR SIMBÓLICO

El responsable de Patrimonio de la Hermandad, Ignacio Navarro, ha resaltado el valor simbólico de algunas de las imágenes que se pueden contemplar, como el Cristo que estaba presidiendo la sala de autopsias del Instituto Anatómico Forense de Zaragoza y el del Viacrucis, "que se conoce como de los milagros y también fue rescatado del convento de San Francisco, junto con el Cristo de la Cama".

Además, está presente el Cristo de la cárcel o ajusticiados, "que abría el camino al cadalso a las personas que iban a ser ejecutadas en Zaragoza".

Por lo que se refiere al Cristo de la Cama, ha precisado que posee un estandarte real, donado por Isabel II, ya que "el Santo Entierro lo preside siempre el rey, pero como no puede asistir, lo hace este estandarte en su lugar". Igualmente, a la izquierda del Cristo de la Cama está el guión de Zaragoza, del que el municipio se desprendió en 1958 porque "allí donde va la Hermandad, la ciudad tiene que ir con ella", ha detallado Navarro.

Por su parte, el director del Museo Alma Mater, Domingo Buesa, ha subrayado que esta muestra se enmarca dentro de la línea de acción de este espacio de "recuperar los rasgos de la identidad aragonesa y no cabe duda que uno de ellos es esta hermandad, que a lo largo de los siglos ha mantenido las devociones populares en la calle".