La Guardia Civil de Lleida subasta armas de fuego a partir de diez euros

Inma Manso (subd.Gobierno Lleida) y Jorge Montero (Guardia Civil)
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 27 enero 2014 15:10

LLEIDA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil de Lleida subastará el 3 de febrero 312 armas de fuego que tienen un precio de salida de entre diez euros y mil, la cifra es ligeramente inferior a la de la última subasta, en 2011, cuando fueron 386 las que se subastaron.

Por la sala en la que la Guardia Civil expone las armas han empezado a pasar este lunes por la mañana un gran número de cazadores interesados por las armas que saldrán a subasta.

Solo cuatro de las armas expuestas provienen de depósitos judiciales, las demás son de propiedad privada que salen a subasta porque sus dueños no renuevan licencias o porque quienes las adquirieron han fallecido y sus herederos optan por ponerlas a la venta.

Son los propietarios los que ponen precio a las armas y perciben luego el precio de su venta; la Guardia Civil solo gestiona la subasta, según han explicado este ven rueda de prensa la subdelegada del Gobierno, Inma Manso y el teniente coronel de la Comandancia de Lleida, Jorge Montero.

Lleida cuenta con 22.889 licencias, lo que supone un incremento de un 1,29% respecto a principios de 2013; entre ellas, priman las de los cazadores, 6.537 son de caza mayor y 14.475 de caza menor.

Existen 39.447 permisos de armas en la provincia, un 1,78% más que el año pasado, entre otras 27.816 escopetas y 2.931 carabinas.

Durante 2013 la Guardia Civil ha hecho 660 inspecciones en establecimientos de fabricación, comercios, tenencia y uso de materias reglamentadas de las que 215 fueron de armas, 332 de explosivos y 113 de pirotecnia.

Las denuncias ascendieron a 114, un 39% más que en 2012, en la mayoría de los casos por cuestiones documentales, como la caducidad de la licencia o la falta del pase de revista del arma.

A lo largo del año se examinaron para obtener licencia de armas 289 personas, una cifra un 22% inferior a la de 2012, descenso que la Guardia Civil atribuye a las consecuencias de la crisis que hace que se retrasen las primeras licencias que solicitan los jóvenes.