Se crea el primer monopolo magnético

Creadores del primer monopolo magnético
Creadores del primer monopolo magnético - AMHERST COLLGE
Actualizado: martes, 4 febrero 2014 17:53

MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Casi 85 años después de que el físico teórico Paul Dirac predijera la existencia de los imanes de un solo polo (monopolos), un equipo de científicos del Amherst College (Estados Unidos) y la Universidad de Aalto (Finlandia) han logrado crearlo por primera vez en un laboratorio.

   Según han explicado los expertos, este logro allana el camino para la detección de estas partículas en la naturaleza, lo que sería "un desarrollo revolucionario comparable con el descubrimiento del electrón".

   Por lo general, los polos magnéticos vienen en pares: un polo norte y un polo sur. Sin embargo, como delata su nombre, un monopolo magnético es una partícula magnética que posee uno solo. En 1931, Dirac publicó un trabajo que explora la naturaleza de estos monopolos en el contexto de la mecánica cuántica. A pesar de que se realizaron extensas búsquedas experimentales desde entonces --incluso en rocas lunares y minerales fosilizados-- no se había confirmado la observación de un monopolo magnético.

    Los principales autores de este trabajo, David Hall y Michael Ray, han mostrado su "satisfacción" por el resultado obtenido que, a su juicio, "es un descubrimiento increíble" que demuestra "el trabajo de uno de los físicos más famosos". "Conseguir esto solo pasa una vez en la vida", han apuntado.

   Para lograr este hito científico, el equipo adoptó un enfoque innovador de la teoría de Dirac y crearon e identificaron los monopolos magnéticos sintéticos en un campo magnético artificial generado por un condensado de Bose-Einstein, un estado de la materia cercano al cero absoluto.

   Después de resolver muchos problemas técnicos, el equipo se vio recompensado con las fotografías que confirmaban la presencia de los monopolos "en los extremos de pequeños remolinos cuánticos dentro del gas ultrafríos".

   Este descubrimiento, que ha sido publicado en 'Nature', también proporciona una base más sólida para las búsquedas sobre esta teoría que se realizan en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, según ha apuntado Hall.