MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Cultura, Angeles Gónzalez-Sinde, reconoce que la supresión de la categoría administrativa de la dirección general de la Biblioteca Nacional no fue una "decisión fácil".
"Ha sido la más delicada que he tenido que afrontar como ministra de Cultura y no me cuesta reconocerlo ante sus señorías", señaló la titular de Cultura en su comparecencia ante la Comisión de Cultura del Senado.
"No fue una decisión fácil es cierto. Pero en la política como en la vida algunas decisiones no se toman por gusto, sino por necesidad", alegó González-Sinde en una comparecencia que en sus primeras palabras sonaban a "despedida" tal y como le indicó el senador del PP, Francisco Javier Vázquez Requero.
"Nuestro país tiene que dejar atrás la crisis y nuestro Ministerio tiene que dar ejemplo de austeridad en la gestión, y también de racionalidad y de solidaridad con los que más sufren", alegó la ministra de Cultura para justificar la decisión tomada.
Asimismo y respecto al futuro de la Biblioteca Nacional, la titular de Cultura anunció que "tanto la motivación, como la especialización y la voluntad de innovación definirán a la nueva dirección de la Biblioteca Nacional".
"MEDIMOS LAS CONSECUENCIAS DE NUESTRA DECISIÓN"
"Gracias al buen hacer de la anterior dirección se hará posible el próximo capítulo en la centenaria historia de la institución", indicó la ministra de Cultura, quien aseguró que al tomar la decisión "tuvieron en cuenta lo que estaba ocurriendo en el presente" y además "no perdimos la perspectiva y medimos las consecuencia de nuestra decisión hacia el futuro", advirtió.
En esta misma línea, recordó que hace un año en su primera intervención en el Senado, asumió el "reto" de situar a la BNE entre las tres primeras del mundo "y hoy quiero reafirmarme en ese compromiso", remarcó.
Asimismo, subrayó el "potencial" de la Biblioteca Nacional a la que describió como el "buque insignia de nuestra cultura" que alberga unas "avanzadas herramientas" y "buenos proyectos" para el futuro.
