Eduardo Galeano, el escritor uruguayo en 10 frases

Infografía de las 10 frases de Eduardo Galeano
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 13 abril 2018 11:40

MADRID, 13 Abr. (EDIZIONES) -

'Las venas abiertas de América Latina' se considera la obra maestra del uruguayo Eduardo Galeano, periodista y escritor fallecido en Montevideo a los 74 años. 'Memorias del fuego' es otra de sus obras más conocidas y, como la anterior, ha sido traducida a una veintena de idiomas.

El escritor, uno de los más importantes de América Latina, se definía como un "cazador de historias" y un "escuchador de voces". En su juventud desempeñó variados oficios, desde dibujante hasta obrero, pasando por cobrador. Era un gran aficionado al fútbol, y en concreto al decano del fútbol uruguayo, el Club Nacional de Football.

Su lenguaje se caracteriza por la sencillez y la ironía, características que le han granjeado popularidad. A continuación te dejamos algunas de las frases más interesantes de su obra, que invitan a la reflexión:

1. Son los árboles que dan frutos los que sufren las pedradas.

2. Para no ser mudos, hay que empezar por no ser sordos.

3. Quizá el más certero símbolo de la época sea la bomba de neutrones, que respeta las cosas y achicharra a los seres vivos.

4. El código moral del fin del milenio no condena la injusticia, sino el fracaso.

5. La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo.

6. La palabra política se ha manoseado tanto que significa todo y no significa nada. Entonces desconfío mucho de la etiqueta política.

7. Pobres contra pobres, como de costumbre: la pobreza es una manta demasiado corta, y cada cual tira para su lado.

8. El hambre desayuna miedo. El miedo al silencio aturde las calles. El miedo amenaza: Si usted ama, tendrá sida. Si fuma, tendrá cáncer. Si respira, tendrá contaminación. Si bebe, tendrá accidentes. Si come, tendrá colesterol. Si habla, tendrá desempleo. Si camina, tendrá violencia. Si piensa, tendrá angustia. Si duda, tendrá locura. Si siente, tendrá soledad.

9. La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá. Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar.

10. Los niños pobres son los que más sufren la contradicción entre una cultura que manda a consumir y una realidad que lo prohíbe.

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