MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
Los talleres de reparación de automóviles podrán desguazar los vehículos abandonados en sus instalaciones en el caso de que sus propietarios no los retiren en un plazo de un mes, informó hoy la Asociación Española de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), con motivo de la entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad Vial.
La nueva Ley contempla que los talleres podrán ordenar de forma inmediata el desguazado de un automóvil, en el caso de que su propietario no lo retire y abone la factura correspondiente en el plazo de un mes desde que se produzca la notificación de la Jefatura Provincial de Tráfico.
Asimismo, la Ley de Seguridad Vial contempla que en caso de que el dueño no abone la reparación del automóvil, el taller tendrá el derecho de desmontar o recuperar todas las piezas o repuestos que haya incorporado durante el proceso de reparación, lo que, según Ganvam, ayudará a paliar o reducir los costes originados.
La patronal de los vendedores indicó que anualmente los talleres pierden 100 millones de euros por el abandono de vehículos en sus instalaciones. Además, indicó que en el último año cerca de 60.000 automóviles fueron "condenados al olvido" por sus propietarios tras su reparación.
El tiempo medio de abandono de los vehículos en los centros de reparación suele ser de entre dos y tres meses, mientras que, en ocasiones, el vehículo puede permanecer en el taller durante hasta cuatro años. Ganvam indicó que el abandono de los vehículos "es un problema crónico del sector", aunque resaltó que durante el último año esta situación se ha agravado por la crisis económica.
La Asociación indicó que el 90% de los vehículos abandonados en los talleres tienen un precio de en torno a los 1.000 euros y una edad comprendida entre los ocho y los diez años, mientras que el importe medio de la reparación ronda los 1.200 euros.
Ganvam recordó que hasta el momento los talleres eran depositarios de los vehículos que entregan los clientes y tenían el deber de guardia y custodia, lo que dificultaba que pudieran desprenderse de ellos después de un período "prudencial" de tiempo. Por ello, optaban por mantener los coches en sus instalaciones, con el consiguiente gasto económico.
