MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y de la Fundación San Pablo CEU, Alfredo Dagnino, manifestó que el Tribunal Constitucional (TC) ya se pronunció en 1985 sobre la constitucionalidad de una ley de plazos "en el sentido opuesto y desfavorable", así como "no reconoció el aborto como derecho subjetivo".
En entrevista a Europa Press, afirmó que la vida "es un principio que no admite discusión", ni debería "ser un tema controvertido". "Afecta a los más hondo de la antropología y la moral, y por ello la protección de la vida no se discute", añadió.
Asimismo, y al margen de consideraciones de orden jurídico, Dagnino reiteró que "no debería discutirse el que la vida es el presupuesto del hombre y uno de los derechos más sagrados; es el primero y fundamental".
Por ello, dijo que hay que defenderla "en todos los órdenes", y no sólo frente a la guerra o la pena de muerte. "Me escandaliza como en algunos círculos culturales se actúa con un punto de vista selectivo. La vida se tiene que defender y proclamar en todos los órdenes y desde esta perspectiva no es admisible que el aborto se reconozca en el ordenamiento jurídico civil", agregó.
Para Dagnino, esta visión es susceptible de ser compartida por no creyentes, y advirtió de que si se reconoce el aborto como un derecho "el Estado mancilla gravemente al hombre y a la sociedad". Además, apostó por "poner el acento" en emprender políticas públicas "que aseguren la asistencia integral en favor de la vida: que ayuden a las madres y familias desde el punto de vista económica, social y asistencial".
En todo caso, calificó como "carente de sentido" que "con una pose cultural o antropológica se juegue con la vida". "Si esto va adelante se mancilla gravemente y perjudica la dignidad del hombre y su vida, de la que el Estado ni el hombre puede disponer", reiteró.
Tras mostrar su "profunda tristeza" al respecto, Dagnino señaló que los católicos "harán lo que tengan que hacer" para que se tenga en cuenta "la propuesta cristiana" y "para convencer a muchos españoles de que esto no es una cuestión ideológica ni confesional". "Cualquier ciudadano español, aunque sea ateo o agnóstico, debería sentirse reflejado en la defensa de la vida", concluyó.
