MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha creado una nueva herramienta en Internet sobre el precio de los alimentos básicos en 55 países en vías de desarrollo, tanto en medidas como en moneda local, un dispositivo que servirá para que las agencias que distribuyen ayuda humanitaria y que disponen de recursos limitados, puedan acceder a los suministros que tengan los precios más bajos.
Generalmente, los alimentos aún son caros "pero el precio del trigo puede ser más barato en Pakistán aunque estés en Afganistán, así que la agencia puede importar este suministro a través de la frontera", declaró una economista del Sistema de Alertas Tempranas e Información Global de la FAO, Liliana Balbi.
"Mientras que los precios de los alimentos han caído internacionalmente, esta herramienta muestra que en los países en vías de desarrollo no han caído tan rápido o no han bajado los precios en todos", añadió.
Aunque llevará a la FAO cierto tiempo para reunir todos los datos y presentarlo de forma gráfica, "es crítico para la organización reunirlos, por ejemplo, para tener un sentido de los precios de los alimentos en Sur de Sudán para que los trabajadores de los alimentos y los legisladores puedan responder a tiempo si los alimentos son demasiado altos", manifestó Balbi.
Los datos muestran que los precios de los alimentos en muchos países se han duplicado en cinco años, la gente pobre en los países en vías en desarrollo gasta de un 60 a un 80 por ciento de sus sueldos en comida. El precio de los cereales básicos como el trigo, el arroz y el maíz ha estado aumentando desde enero de 2009, de acuerdo con la FAO. "Los precios a nivel internacional aún son imprevisibles", señaló Balbi.
Los precios del trigo, por ejemplo, están subiendo debido a que se espera una cosecha pequeña en Argentina, uno de los principales productores, y cuyo Gobierno ha suspendido los permisos de exportación. Los precios del maíz también son imprevisibles debido a las condiciones de sequía en Argentina y Brasil y por una menor demanda del maíz estadounidense.
