Actualizado 11/03/2010 15:22

El Gobierno dice que hay que ser "firmes y exigentes" con Rabat en materia de DDHH pero aboga por el diálogo

Una senadora del PP expresa su "escepticismo" respecto a la voluntad de Marruecos de respetar los derechos fundamentales


MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Angel Lossada, reconoció este jueves que hay que ser "firmes y existentes" en materia de Derechos Humanos con Marruecos, si bien consideró que las reformas en este asunto tienen que ser "endógenas" y defendió la vía del "diálogo, el compromiso y el trabajo" conjunto en el marco del estatuto avanzado establecido por la Unión Europea con este país para fomentar los avances.

Lossada, que compareció a petición propia ante la Comisión de Exteriores del Senado para informar de la primera cumbre Unión Europea-Marruecos celebrada el pasado fin de semana en Granada, subrayó que el país norteafricano es "esencial" para Europa por muchos aspectos, incluida la inmigración y la seguridad, igual que para Marruecos la UE es "esencial" puesto que es su primer donante e inversor, además de su primer socio económico y comercial.

Marruecos y la UE han optado por una "relación estratégica" tras la cual "hay un proceso de reformas" en este país en el terreno político, económico, social y de Derechos Humanos, resaltó el secretario de Estado, defendiendo que con el estatuto avanzado la UE puede ayudar a "estimularlo e intensificarlo".

Sin embargo, la senadora del PP Luz Elena Sanín mostró su "escepticismo" en cuanto a la voluntad de Rabat de cumplir con los objetivos fijados por el estatuto avanzado y sobre todo su compromiso con la democracia y los derechos fundamentales que quedó incluido en la declaración final de Granada ya que, subrayó, "sólo dos días después el Ministerio del Interior marroquí ordena la detención de 27 cristianos y expulsa del país a 26 de ellos".

En este sentido, Lossada no negó que en Marruecos haya "problemas" de Derechos Humanos, económicos o sociales y que se hayan "alcanzado los estándares europeos", pero consideró que también ha habido "progresos". Sin embargo, reconoció que hay que "ser firmes y exigentes desde la UE con Marruecos en ese proceso".

Pero, añadió, "no nos equivoquemos, Marruecos va a avanzar en Derechos Humanos (...) si es un proceso endógeno, interno, porque a ellos les interesa, porque son conscientes de que no es posible un desarrollo armónico y una convergencia real con la UE sin desarrollo y mejoría de los Derechos Humanos". El estatuto avanzado "alimenta un círculo virtuoso en el que las reformas son incentivadas (...) y sirven para intensificar la convergencia con la UE".

Así las cosas, abogó por "avanzar en un proceso de convergencia en todos los aspectos políticos, económicos y sociales entre la UE y Marruecos", lo que incluye, subrayó, "los Derechos Humanos, las relaciones internacionales y el espacio económico". Según Lossada, "será por esta vía del compromiso, del diálogo, del trabajo conjunto por la que vamos a poder avanzar en todos esos temas que preocupan también al Gobierno" y por los que Marruecos saldrá "de esos niveles de pobreza con sus reformas".

Sanín discrepó con este planteamiento del secretario de Estado y defendió que los avances en materia de Derechos Humanos no deben ser algo "endógeno" sino consecuencia de la pertenencia de Marruecos a la comunidad internacional y de su "interés por mantener vivas las relaciones con la UE y los países que la integran". En opinión de la senadora popular, el "eje fundamental del estatuto avanzado" debería ser precisamente "exigir el respeto y el cumplimiento de los derechos fundamentales".

SÁHARA

El otro tema que centró el debate fue el contencioso del Sáhara. Respecto al mismo, Lossada reiteró la posición del Gobierno, que defendió que "no es tibia", a favor de un "acuerdo entre las partes" y de apoyo al derecho internacional y a la actuación que está llevando a cabo la ONU en la resolución de este conflicto.

"Tenemos que apoyar a las partes", subrayó, insistiendo en que "no se trata de imponer a una de las partes una solución". Asimismo, destacó que la "solución no es fácil" y admitió los efectos negativos que la falta de acuerdo está teniendo para la integración regional y el algo coste del "no Magreb".

Por su parte, los grupos pusieron en duda que se esté haciendo todo lo posible para presionar a Marruecos de cara a la resolución del conflicto. Así Pere Sanpol, del Grupo Mixto, lamentó que España siga vendiendo armas a Marruecos y que nuestro país y la UE "deberían utilizar más su posición de fuerza en estos momentos"

A este respecto, abogó por que se "utilicen los intereses económicos marroquíes" para hacer presión y defendió que el reconocimiento de un Estado saharaui independiente y democrático también ayudaría a la estabilidad en la región.

En opinión del portavoz de CiU, Jordi Vilajoana, dado que a "Marruecos les interesan las relaciones con nosotros, esto nos da una cierta oportunidad para apretar". Asimismo, acusó a Rabat de avanzar hacia "los hechos consumados" y le acusó de moverse "hacia una línea que dificulta la solución" en el Sáhara, que, añadió, está "invadiendo por la vía poblacional". "No sé si utilizamos todas las cartas", se preguntó.

En lo que sí hubo coincidencia en todos los grupos fue en el "éxito" que ha sido la cumbre de Granada y en la importancia que tienen las relaciones con Marruecos. Por ello, Lossada defendió que "dado que todos estamos de acuerdo", éste sea "el punto de partida desde el que trabajemos las relaciones con ese país. La cumbre, remachó, lo que ha hecho es "constatar la importancia de esas relaciones y visibilizar políticamente esa importancia".