Actualizado 09/10/2013 19:20

La UE ha reducido un 18% sus emisiones de CO2 desde 1990

Control de emisiones de partículas a vehículos diésel en Barcelona
Foto: EUROPA PRESS

Señala que España mantiene la brecha por las emisiones de los sectores difusos y ha tenido que comprar "grandes" sumas de derechos

   MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

   La Unión Europea en su conjunto ha reducido un 18 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) entre 1990 y 2012, por lo que se acerca al objetivo de reducir un 20 por ciento sus emisiones hasta 2020, según el informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente  (EEA, por sus siglas en inglés) 'Tendencias y proyecciones en Europa 2013', publicado este miércoles.

   El estudio se refiere a España, de la que considera que mantiene la brecha entre la realidad y los objetivos de reducción en los sectores difusos y revela que ha tenido que comprar, al igual que otros países, grandes cantidades de derechos de emisión a otros países para poder cumplir Kioto cuando se suman los sectores difusos porque sus necesidades en este ámbito aumentaron en un 15 por ciento respecto a 2005. En todo caso, por primera vez no dice que España no será capaz de cumplir con sus compromisos.

   Así, el informe se refiere también a la tendencia hacia el objetivo de consumo de energías renovables y confirma que estas energías contribuyeron en un 13 por ciento al consumo final de energía en 2011, aunque éste debería incrementarse hasta el 20 por ciento en 2020.

   Además, se espera que el consumo primario de energía en la Unión Europea se reduzca respecto al objetivo político marcado para 2020, aunque la EEA estima que se necesitan mayores políticas en este sentido a nivel de los Estados miembro.

MÁS CERCA DE CUMPLIR

   El documento destaca que mientras a nivel general los estados muestran progresos positivos generalizados hacia los objetivos de clima y energía, sin embargo, ningún país miembro por separada está en el buen camino en sus tres objetivos. Igualmente, no hay ningún estado miembro tiene un mal comportamiento en todas las áreas.

   A este respecto, el director ejecutivo de la EEA, Hans Bruyninckx, ha dicho que el último análisis confirma que las energías renovables y la eficiencia energética están teniendo un efecto significativo en el descenso de las emisiones. "Tenemos que seguir construyendo este éxito para asegurar que las reducciones de emisiones sean las que requiere la ciencia. Los Estados miembro deben asegurar que no están dando opción en la actualidad a ser obstáculos a futuro bajo en carbono", ha subrayado.

   Asimismo, el documento señala que las emisiones cayeron al menos un 1 por ciento en 2012 respecto a las estimaciones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de 2012 publicadas recientemente. El informe publicado este miércoles ofrece por primera vez una fotografía completa de las reducciones de emisiones bajo el primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto (2008-2012).

   Concretamente, se estima que los 15 Estados miembro que tienen un compromiso común bajo el protocolo de Kioto (EU-15) han rebajado un 12,2 por ciento entre 2008 y 2012, una cifra que va más allá del compromiso de reducir un 8 por ciento.

   Asimismo, prácticamente todos los países europeos con un objetivo individual de reducción de GEI bajo el Protocolo de Kioto (del que forman parte 26 miembros de la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) están en el camino de alcanzar sus objetivos.

   La EEA señala también que los sectores sujetos al mercado europeo de derechos de emisión (EU ETS) soportan la mayor parte del logro de los objetivos de Kioto. Sin embargo, España, junto con Austria, Lichtenstein y Luxemburgo necesitan adquirir en el mercado grandes cantidades de créditos de emisión para cumplir Kioto, cuando se suman también a los objetivos los sectores difusos.

   El documento concluye también que la media de las emisiones del grupo EU-15 entre 2008 y 2012 (el primero periodo Kioto) es un 9 por ciento menor a los niveles de 2005. Mientras las emisiones de los sectores no difusos han obtenido una rebaja del 4 por ciento por debajo de los niveles de 2005.

ESPAÑA SE ALEJA POR LOS SECTORES DIFUSOS

   En cuanto a España, la EEA estima también que, junto con Austria, Dinamarca, Italia, Luxemburgo y Liechtenstein, las necesidades de emisiones de los sectores difusos fueron un 15 por ciento superiores a los de 2005, por lo que según este informe, se amplía la brecha entre los objetivos y el cumplimiento.

   Así, Austria, Liechtenstein, Luxemburgo y España necesitan adquirir una mayor cantidad de unidades de emisión para llegar al cumplimiento de Kioto.

   Por otro lado, para cumplir los objetivos de Kioto, nueve estados miembro y Liechtenstein pusieron inicialmente mayor énfasis en las reducciones de emisión en los sectores no difusos, en los que las reducciones de emisiones domésticas son en general más difíciles de lograr en comparación con los sectores sujetos al mercado de derechos.

   En este sentido, señala que, al final de este primer periodo de compromiso (2008 -2012), se mantiene la brecha entre las emisiones y los objetivos de cumplimiento en Austria, Bélgica, Dinamarca, Liechtenstein, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, España y Suiza (teniendo ya en cuenta los efectos de las actividades de sumideros de carbono). Sin embargo, la EEA destaca que todos estos estados miembro intentaron cerrar esta diferencia mediante el uso de mecanismos flexibles de reducción del Protocolo de Kioto.

   La diferencia es mayor en Austria, Liechtenstein, Luxemburgo y España, quienes según el documento tendrán que  intentar adquirir en el mercado "cantidades significativas" de unidades de Kioto a nivel nacional. Estas cantidades supondrían entre un 13 y un 20 por ciento sus emisiones respecto a la media de la EU-15, que se sitúa en el 1,9 por ciento de media.

   Finalmente, apunta que España, junto a Austria, Bélgica, Finlandia, Irlanda y Luxemburgo las últimas proyecciones indican que incluso con medidas adicionales a nivel nacional no sería suficiente para llegar en 2020 las emisiones por debajo de los respectivos objetivos de reducción para 2020 bajo los sistemas no difusos. Por ello, el documento apunta que estos Estados miembro deben primero incrementar sus esfuerzos en el diseño y adopción e implantación de políticas y medidas de reducción de gases y considera que será necesario considerar el uso de los mecanismos flexibles.

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