Eucaliptos y pinos son "más inflamables" que otra especies, y se prevén incendios "más virulentos" con el cambio climático

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El catedrático de Análise Xeográfica Rexional de la USC, Rubén Lois González, ha dejado claro que existe una "correlación entre abandono del rural y una mayor incidencia de incendios" en Galicia, al tiempo que ha avisado de que no se puede "dejar todo" en manos de los propietarios, dado que el envejecimiento dificulta su capacidad de actuar "aunque tengan voluntad".

   En la comisión parlamentaria de estudio de incendios, Rubén Lois González ha llamado la atención sobre los factores del abandono y despoblación en los incendios forestales. Así, apunta a cómo afectan de forma más intensa en la zona sur de Galicia.

   De este modo, los fuegos "se van repitiendo en los mismos territorios". Así, "en la zona cero" de los incendios, en el este de la provincia de Ourense ¡ --también en zonas colindantes de Lugo como Quiroga, así como municipios del interior de Pontevedra-- se producen 100 incendios al año en poblaciones con entre 1.000 y 2.000 habitantes, en donde se arrasan más de 400 hectáreas anuales.

   Compara estos casos con los incendios de la zona occidental gallega, como puedan ser Boiro o Ribeira, en donde esta problemática obedece más a "un gran incendio en superficies forestales muy continuas" que a "un proceso crónico".

   Hay una "gran potencialidad" de crecimiento de vegetación que si no se mantiene limpia y ordenada "va a provocar antes o después problemas". "Seguimos con una bomba desde el punto de vista de biomasa", alerta. De ahí la importancia de la prevención y ordenación, según expone.

PROPIETARIOS ENVEJECIDOS SIN POSIBILIDAD DE ACTUAR

   Sin embargo, para esa prevención hay que tener en cuenta el grado de envejecimiento de las poblaciones en las que se producen las mayores problemáticas de incendios, como pueda ser el este de Ourense, tal y como ha expuesto este jueves Rubén Lois González.

   Avisa de que los incendios tienen especial incidencia en municipios con sociedades "extraordinariamente envejecidas", por lo que no se puede "dejar todo" en manos de los propietarios para la limpieza de parcelas, pues "aunque tengan voluntad" no tienen la posibilidad de proceder a la limpieza y ordenación de fincas.

   Aquí juega un papel importante la necesidad de dar "cierta posibilidad de futuro al mundo rural", con una apuesta por ampliar la base territorial de las explotaciones, con planes de ordenación y de ámbito supralocal para que cada vez existan menos zonas abandonadas. También defiende la importancia del banco de tierras y que debe ser "más flexible y ágil".

ACUMULACIÓN DE COMBUSTIBLE EN LOS MONTES

   En la mañana de este jueves ha habido tres comparecencias en esta comisión, la profesora de Enxeñaría Agroforestal de la USC Ana Daría Ruiz se ha referido a que "cada vez se acumula más combustible por abandono y falta de gestión" en Galicia.

   Este combustible vegetal en forma de biomasa en los montes provoca un elevado riesgo de incendios forestales, que da lugar a "complicadas" situaciones que en ocasiones hasta impiden actuar a los servicios de extinción.

   Así, se ha referido a un reciente trabajo en el que ha participado del centro de investigación de Lourizán, en el que se determinan 150 situaciones de combustibles que se producen en los montes gallegos en función de los matorrales y diferentes arbolados.

   Ante esta situación, considera clave que existan una discontinuidad en el terreno para crear zonas seguras, por lo que es "fundamental" contar con una buena red de franjas de gestión de biomasa pero "en buenas condiciones".

   En lo tocante al matorral existen en Galicia, todo es "muy propenso" a la propagación de incendios. Véanse los tojos y carquesas, los cuales, aunque cuenten con partes verdes, tienen "muchísimo material seco" en su parte baja.

   Respecto, a los árboles, Ruiz subraya que "es verdad" que pinos y eucaliptos "tienen las copas más inflamables que otras especies" como puedan ser las frondosas, debido a su composición químicas y humedad.

   Con todo, indica que también incide la situación en la que se encuentren los árboles, ya que las frondosas tienden a estar en vaguadas y zonas profundas con menor incidencia del fuego. En contraposición, los eucaliptos "tienen gran facilidad para propagar el fuego por pavesas", que "son más favorecedores de esa propagación".

   Sobre este extremo, llama la atención acerca de que "tiene mucho que ver la gestión", pues si debajo del pinar o eucaliptal "no hay elevadas cargas de combustible" el fuego va a ser de poca intensidad. "Influye la especie pero también la ordenación", agrega.

UNA OLA COMO LA DE OCTUBRE "NUNCA VISTA" EN ESPAÑA

   A la hora de analizar la ola de fuegos del pasado mes de octubre, con cerca de 50.000 hectáreas arrasadas, Ana Daría Ruiz pone el foco sobre que hubo 30 incendios con más de 300 hectáreas, "algo que nunca se ha visto" en Galicia "ni en la geografía española".

   En esa ola de fuegos observa múltiples factores como que la "acumulación de combustible se juntó con un uso irresponsable del fuego e intencionalidad", unido a "condiciones atmosféricas sin precedentes", que hicieron que se propagasen con gran rapidez e intensidad. Todo ello, en una sequía "tremenda", con temperaturas inusualmente altas, así como vientos de gran intensidad provocados por el huracán Ofelia.

   De tal forma, se alcanzaron incendios "muy virulentos", propagados "fácilmente por las copas" aún en zonas bien gestionadas. Fue un "fenómeno de fuego de copas por tremendas situaciones atmosféricas", con "remolinos de fuego" y propagación por "saltos a través de pavesas".

   En este sentido, sostiene que es "una realidad" la nueva generación de incendios, pues recuerda que hace 19 años dejó de trabajar en el servicio de extinción y los fuego de la actualidad "no tienen nada que ver. Ante esto, en el interfaz urbano-forestal "es fundamental cumplir la ley" y mantener las franjas limpias.

AÑOS "CADA VEZ MÁS SECOS"

   Por su parte, el profesor de Xeografía Física de la USC Alberto Martí Ezpeleta ha dado cuenta de las tendencias climáticas en Galicia, en donde los años "cada vez van a ser más secos" y se produce un aumento de días de verano, por lo que crece el riesgo de incendios forestales, "que podrían ser más virulentos".

   El año 2017 fue el que más meses denominados secos y muy secos se han registrado en Galicia, lo que unido a la segunda mitad de 2016 arroja un periodo "excepcional" de persistencia de escasez de precipitaciones.

   Asimismo, "prácticamente en toda Galicia", menos A Costa da Morte y A Mariña, se incrementan cada década los días de verano. Pone de ejemplo que en Santiago se han duplicado desde la década de los 50 las jornadas estivales, al pasar de 30 a los 60 días actuales. De este modo, se producen más días de calor, dado que se adelantan en primavera y se retrasa en otoño.

   A este respecto, señala que estas condiciones provocadas por el cambio climático "favorecen la propagación del fuego". Un cambio climático en el que incide de forma "determinante" el factor humano por los gases invernadero y que ve "irreversible", aunque resalta que se puede "frenar" si se toman medidas para ello.

   Sobre la sequía y los problemas con el agua, considera Martí que "desde el ámbito político habría que insistir un poco más" para tomar medidas "antes de llegar al nivel de máximo de alerta", además de concienciar a la sociedad para evitar los derroches.

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