JERUSALÉN, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ex militar israelí Anat Kam reconoció ante un tribunal haber robado documentos secretos del Ejército israelí para poder utilizarlos como prueba de los crímenes de guerra perpetrados por los militares en Cisjordania. La difusión del testimonio judicial, realizado bajo secreto este mismo año, está autorizada desde este lunes, según informó el diario israelí 'Haaretz'.
Kam, acusada del delito de espionaje por el robo de material de alto secreto, sostiene que su propósito era denunciar "ciertos aspectos de la conducta del Ejército en Cisjordania que pensé que eran de interés público".
La militar, ahora periodista, quiere que "cuando se investiguen, si se hace, los crímenes de guerra que ha cometido y está cometiendo el Ejército en Cisjordania, tener pruebas que presentar".
Así, aseguró que no creía que transferir estos documentos pudiera poner el peligro al país, "que el periodista se centraría en los detalles de las acciones militares, y no en los principios y políticas que subyacen tras las decisiones de los dirigentes". Además, dijo haber acudido a la prensa israelí porque daba por hecho que "la censura impediría la publicación de información peligrosa o clasificada como de alto secreto".
Ante la posibilidad de que sea castigada por su conducta, Kam aseguró que cuando "grabó el material (en un CD) pensé en que a los ojos de la Historia, se perdona a la gente que denuncia crímenes de guerra". "No puedo cambiar parte de las cosas que creo importantes cambiar de mi periodo en el Ejército, así que pensé que publicando esto conseguiría un cambio", explicó.
En concreto, Kam está acusada del cargo de pasar información clasificada para dañar la seguridad del Estado, un delito penado con hasta la cadena perpetua. También se ha presentado contra ella el cargo de posesión de material clasificado para dañar la seguridad del Estado, penado con 15 años de prisión.
El domingo, el abogado defensor de Kam, Avigdor Feldman, indicó en declaraciones a 'Haaretz' que su cliente pretende renunciar a su derecho al secreto profesional en favor del periodista de 'Haaretz', Uri Blau, por lo que le ha pedido que regrese de Londres, donde se encuentra actualmente, con todos los documentos que le entregó.
