Actualizado: jueves, 22 febrero 2018 22:14

LA HAYA, 22 (Reuters/EP)

El Parlamento de Países Bajos ha aprobado este jueves una moción por la cual reconoce la masacre de 1,5 millones de armenio a manos de las tropas otomanas en 1915 como un genocidio, una calificación que Turquía rechaza y que ha generado tensiones bilaterales con otros países que han dado el mismo paso.

La moción ha recibido el respaldo de la inmensa mayoría de los diputados neerlandeses: solo tres de los 150 se han opuesto. Sin embargo, la ministra de Exteriores, Sigrid Kaad, ya ha aclarado que el Gobierno no está vinculado en modo alguno a la decisión de la sede legislativa.

Kaag ha pedido "extremar la precaución al usar el término genocidio para hechos del pasado". "El Gobierno quiere ser muy cuidadoso en las relaciones con Turquía, que están mejor", ha recalcado.

En una segunda moción aprobada también este jueves, el Parlamento ha pedido al Gobierno que envíe a un alto cargo a la ceremonia conmemorativa de esta matanza que se celebrará el próximo 24 de abril en Ereván. Kaag ha contestado que el Ejecutivo decidirá por sí mismo quién será su emisario.

Las relaciones entre Ámsterdam y Ankara han sufrido por la decisión de Países Bajos de impedir que varios políticos turcos hicieran campaña en su territorio para el referéndum que se celebró el año pasado sobre una reforma constitucional que convertirá a la nación euroasiática en un régimen presidencialista.

Estas mociones amenazan con retrotraer las relaciones a ese punto. Turquía convocó el pasado sábado al encargado de negocios de Países Bajos en Ankara para expresar su malestar con esta moción y el Ministerio de Exteriores ha reaccionado ya condenando "enérgicamente" el uso del término "genocidio".

Varios países europeos han emitido declaraciones similares. La mayoría de los académicos fuera de Turquía consideran que este episodio de la Primera Guerra Mundial fue un genocidio.

Turquía reconoce que muchos cristianos armenios que vivían en el Imperio Otomano murieron durante el conflicto armado, pero niega que hubiera intención alguna de acabar con este colectivo. Nuestra posición se basa en "hechos históricos", ha sostenido el Ministerio de Exteriores.

El portavoz ministerial, Hami Aksoy, ha interpretado esta moción como "un indicador de si Países Bajos tiene la intención de normalizar las relaciones" diplomáticas, que se mantienen a nivel de encargado de negocios. En este sentido, la Cancillería ha valorado el hecho de que el Gobierno se haya desmarcado de la decisión del Parlamento.

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