MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
Madrid ya tiene la primera cuña verde de las 80 propuestas por la asociación de Amigos de los Caminos de Santiago a lo largo de los 320 kilómetros de peregrinaje hasta la localidad leonesa de Sahagún.
Situada en Fuencarral-El Pardo, en una antigua cañada que linda con el cementerio, se encuentra esta primera cuña verde, que ha sido inaugurada este miércoles por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, acompañada por el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Diego Sanjuanbenito.
Un cruceiro donado de mediados del siglo XX da la bienvenida a este tramo, que invita a los madrileños a iniciar el Camino de Santiago, con la sierra de Guadarrama en el horizonte. "Hacer el Camino ha sido siempre una oportunidad para reflexionar, para meditar y para pensar. Un viaje personal más que un trayecto geográfico", lo ha definido la primera edil.
De todos los Caminos a Santiago, el de Madrid es uno de los menos conocidos, ha recordado Ana Botella. La Asociación de Amigos de los Caminos de Madrid, fundada en 1987, necesitó cerca de una década de estudios cartográficos y de trabajos de campo para recuperar en 1996 el trazado que antiguamente utilizaban los peregrinos madrileños.
En esa fecha se señalizaron los 320 kilómetros que unen la capital con Sahagún a través de Segovia y Valladolid. Allí, la ruta madrileña se une al llamado Camino Francés o Camino Real que viene desde Roncesvalles y Somport. Desde la asociación, su presidente, José Antonio Ortiz, le ha pedido a la alcaldesa señalizaciones en forma de conos de granito o placas de cerámica en las calles.
Por otro lado, Ortiz le ha transmitido a la regidora todo el apoyo a la candidatura olímpica poniendo sobre la mesa que el año después de Barcelona 92 fue Año Santo, lo mismo que pasará en 2021, inmediatamente tras los Juegos. "Es una coincidencia sugerente", ha afinado.
Con este proyecto, hoy inaugurado, el Ayuntamiento quiere colaborar a que aumente el número de peregrinos que utilizan el trazado madrileño para hacer El Camino de Santiago. El año 2012 fueron más de 2.000.
"También contribuimos a conservar y a reforzar el valor histórico y cultural del patrimonio verde de Madrid, una riqueza medioambiental que ha aumentado significativamente en la última década y de la que podemos sentirnos satisfechos", ha concluido la alcaldesa.
