BARCELONA, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno catalán ha lamentado este martes los "aires de menosprecio" con los que ha reaccionado la dirección del PP hacia la propuesta de mejora de la financiación autonómica que ha formulado la líder de los populares catalanes, Alicia Sánchez-Camacho.
En la rueda de prensa posterior al Consell Executiu, el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, ha deplorado que tanto el Gobierno central como el PP y también el PSOE opten por un "inmovilismo total" ante las demandas catalanas.
Según él, el "portazo" del PP a la propuesta de Camacho ilustra que a los catalanes no les queda otra opción que la vía soberanista, aunque ha añadido que el Gobierno catalán considera que la propuesta de financiación de los populares catalanes es insuficiente y llega con mucho retraso.
Se trata de una reacción que para el portavoz es "inquietante" y que pone de manifiesto que, pese a que se ha manifestado públicamente, en realidad ni el PP ni el Gobierno están dispuestos a dialogar, una actitud que sería la idónea desde un punto de vista estrictamente democrático.
"DEBEMOS SER MARCIANOS"
En este sentido, ha ironizado: "Nosotros debemos ser marcianos, porque entendemos el diálogo desde la perspectiva catalana de una manera muy diferente".
Ha relatado que si semanas atrás apreciaba que había habido un "cambio de humor o del estado de ánimo", en cuanto a una mejor predisposición del Gobierno central hacia las demandas catalanas, el rechazo frontal de los populares a la propuesta del PP catalán pone de manifiesto que esta actitud ha cambiado y el Ejecutivo se ha cerrado.
El Gobierno catalán no tomará sus decisiones en función del "estado de ánimo o los mensajes que transmita el Gobierno español", y el portavoz ha asegurado que lo que hay que hacer ahora es centrarse en alcanzar grandes consensos en Cataluña en cuanto al debate soberanista.
Según Homs, Camacho ahora debe "disimular" el portazo que en su opinión le han dado sus compañeros de partido, y ha dejado claro que el Gobierno catalán persistirá en su hoja de ruta frente a la actitud de inmovilismo que no sólo caracteriza al Gobierno, sino al conjunto de la política española.
