Cacerolada frente a la sede del PP contra los últimos casos de corrupción
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 25 abril 2017 21:10

Dirigentes de Podemos e Izquierda Unida participan en la 'cacerolada', que se ha desarrollado sin incidentes

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

Más de mil de personas han protestado este martes ante la sede nacional del Partido Popular, en la madrileña calle Génova, participando en una cacerolada contra los casos de corrupción vinculados al partido que preside Mariano Rajoy, como la 'operación Lezo' destapada la semana pasada y que ha llevado a prisión al expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González.

La cacerolada, convocada a las 20.00 horas de este martes, no había sido comunicada a la Delegación de Gobierno de Madrid y se ha desarrollado sin incidentes, vigilada por un amplio dispositivo policial que ha vallado la sede del PP, restringiendo el acceso de peatones a las proximidades del edificio durante la protesta.

El acto de protesta ha contado con el apoyo de algunos dirigentes de Podemos e Izquierda Unida como el delegado de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato. También han acudido los concejales de Ahora Madrid como Yolanda Rodríguez, Jorge García Castaño y Montserrat Galcerán.

La portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz Huerta, también ha participado en la ruidosa cacerolada, al igual que Héctor Juanatey, uno de los colaboradores más próximos al líder de la formación morada, Pablo Iglesias. Además se han sumado diputados del Congreso como el gallego Antón Gómez Reino, de En Marea.

Los manifestantes han sido encajonados en la acera de los números pares de la calle Génova, intransitable por la aglomeración de personas, desde donde han gritado consignas contra la corrupción en el PP, como 'Manos arriba, esto es un atraco' o 'No es un partido, es una mafia'.

Muchos de los participantes han acudido con cazos y sartenes, también silbatos y trompetillas, para hacer ruidosa la protesta. Hasta las 21.30 horas la céntrica calle madrileña se mantuvo abierta al tráfico rodado, aunque un grupo de manifestantes invadieron entonces la calzada provocando el desvió de los vehículos.

Una hora después, y tras un conato de convertir la concentración en una manifestación itinerante, los últimos asistentes se dispersaban y los agentes de la Policía Nacional retiraban las vallas que protegían la sede de los populares.

PROTESTA SIN ORGANIZADORES

Bajo el lema 'Que se disuelvan y entreguen la pasta. El PP no es un partido, es una banda', la convocataria comenzó a difundirse este pasado lunes a través de las redes sociales, contando con el apoyo de dirigentes de Podemos e Izquierda Unida. La cacelorada no tiene organizador conocido, y tampoco ha sido comunicada a la Delegación del Gobierno de Madrid, que ha desplegado a decenas de agentes a lo largo de la calle Génova, vigilada desde el aire por un helicóptero de la Policía Nacional.

La sanción administrativa por acudir a este tipo de concentraciones no autorizadas, siempre y cuando superen los 20 participantes, suele ser de unos 600 euros. Según han indicado a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno, en este caso, como en los similares, los agentes procederán a la filiación de los manifestantes, que pasarán la respectiva propuesta a la Delegación.

En 2013, cuando estalló el 'caso Bárcenas' y salieron a la luz los supuestos sobresueldos en la cúpula del Partido Popular, las redes sociales también sirvieron para convocar protestas similares frente a la sede del PP.

En aquellas ocasiones, con Cristina Cifuentes al frente de la Delegación del Gobierno de Madrid, un enorme dispositivo policial cortó al tráfico y restringió el acceso en toda la calle Génova y aledaños para impedir que los manifestantes se aproximaran al número 13, donde los populares tienen su sede nacional.

La cacerolada es una forma de protesta que se popularizó en Argentina donde los manifestantes muestran su descontento haciendo ruido, y también ha sido utilizada por colectivos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) frente a la sede del Partido Popular, como sucedió el año pasado, cuando el PP rechazó la ley de emergencia habitacional y cortes de suministros aprobada en el Parlament de Cataluña.

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