Una teniente coronel española, al mando de más de un centenar militares en Malí

La teniente coronel Rocío Cano, delante de una formación de cadetes malienses
EMAD
Actualizado: domingo, 14 febrero 2016 12:33

Se considera a sí misma como la "prueba" de que las Fuerzas Armadas "han logrado la igualdad sin letra pequeña"

MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

Rocío Cano es teniente coronel del Ejército de Tierra y, desde hace unos meses, es la jefa del contingente español que está desplegado en Malí y, además, la responsable de logística del campo de entrenamiento de Koulikoro, al este de Bamako, donde la misión de la UE entrena al Ejército de este país para poder hacer frente a la amenaza yihadista.

La teniente coronel Cano ocupa, por tanto, uno de los puestos de más responsabilidad alcanzados por una mujer en una misión de las Fuerzas Armadas hasta el momento. Tiene a su cargo a los 108 militares españoles que adiestran a las tropas malienses en Koulikoro y también a cuatro oficiales alemanes que se encargan, junto a ella, de la logística del campo.

Aunque su empleo militar es el de comandante, durante los seis meses que permanece desplegada en Malí ostenta el rango de teniente coronel, ya que el puesto que ocupa allí corresponde a esa escala, según explica ella misma en una entrevista concedida a Europa Press.

Rocío Cano pertenece a la LIV promoción de la Academia General Militar y es diplomada en Logística de Materia e Infraestructura, Telecomunicaciones y Guerra Electrónica, y ha realizado el curso de Técnico Superior en Riesgos Laborales. Pertenece al Arma de Transmisiones y en su vida militar también ha estado destinada en la Inspección General del Ejército y el cuartel general de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

TAMBIÉN BOSNIA Y AFGANISTÁN

Para la teniente coronel Cano, Malí no es su primera misión en el exterior. En el año 2000, siendo teniente, formó parte de la agrupación en Mostar (Bosnia y Herzegovina) y cuatro años después estuvo destinada en Kabul, durante la misión ISAF de la OTAN en Afganistán.

De su experiencia en estas tres misiones internacionales, la teniente coronel se queda con "la experiencia de trabajar con otras naciones y en países distintos", pero, para ella, "la mayor satisfacción" es "ver la huella" que los militares dejan de España allí donde van.

Rocío Cano decidió ingresar en las Fuerzas Armadas por "una mezcla de vocación, educación y carácter". "Mis padres nos educaron a mi hermana y a mí en el respeto a los demás, en la creencia firme en la justicia y en el privilegio de haber nacido en este país", asegura a Europa Press.

Y está convencida de que no se ha equivocado eligiendo profesión, sobre todo cuando tiene la oportunidad de trabajar en una misión internacional: "Puedo llevar un trocito de España a ese país".

LAS MISMAS PRUEBAS QUE EL RESTO

La ahora teniente coronel ingresó en la Academia General Militar en 1994, sólo seis años después de la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas, "superando las mismas pruebas" que el resto de sus compañeros y ahora desempeña su trabajo "como cualquiera de los mismos compañeros" con los que se graduó.

Por eso, Rocío Cano no cree que lo haya tenido más difícil por ser mujer. Es más, asegura que su caso es "la prueba de que esta institución ha logrado la igualdad sin letra pequeña". "Confieso que a lo largo del tiempo se viven momentos difíciles, pero no por el hecho de ser mujer, sino porque esta profesión tiene sus retos y el empleo conlleva responsabilidad", comenta.

A las mujeres que se están planteando o acaban de ingresar en las Fuerzas Armadas, la teniente coronel les anima a que "no abandonen" si realmente "sienten la vocación de servir a España". "Los retos cuestan, pero no hay mayor satisfacción que conseguirlos tras haber luchado por ellos", afirma.

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