VALENCIA 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
La segunda edición de la feria Valencia.Art ha recibido unos 2.000 visitantes, cifra que los galeristas calificaron como "exitosa" y que ha sido posible, según explicaron, "por algunos factores como la ubicación del hotel dónde se exhibían 33 galerías en el centro de Valencia, la puesta en marcha de actividades paralelas y la profesionalización de la organización de la feria".
Fuentes de la organización indicaron que escoger un hotel situado a espaldas del Ayuntamiento "ha facilitado la accesibilidad al público". En este sentido, Margarita González, de BCP&P, de Madrid, indicó que esta localización "es más agradable y cómoda, y ayuda a que haya más actividad". Así mismo, según la mayoría de los entrevistados, los actos paralelos, cuando parten de idéntica línea contemporánea, enriquecen la feria, "pues motivan la visitan de nuevos públicos".
"Las ferias tienen un vector comercial y un vector cultural --diferenció Miguel Ángel Sánchez, de ADN, Barcelona--, y la doble vertiente ayuda a generar masa crítica. El programa paralelo de eventos fomenta las sinergias, puesto que la visita de comisarios y prensa puede traer posibilidades de comercialización".
Por otro lado, los galeristas entrevistados observaron que la mayoría de las personas interesadas en la adquisición de obras de arte se dejaron llevar por el impacto visual, y después de experimentar una atracción por la pieza, se interesaron por preguntar por el autor y la técnica que emplea. "La gente percibe la obra y después se preocupa por saber si el artista tiene una buena trayectoria", consideró Raquel Ponce, de Madrid.
Asimismo, dentro del plan de acción de esta feria el año pasado se inició un programa de fomento del coleccionismo, que este año continuará. La feria no consta de patrocinadores al uso, sino que vincula a empresas privadas para que destinen su dinero a la compra de piezas de arte. "Los buenos coleccionistas son los que se dejan llevar por lo desconocido, porque si buscan la firma es que son unos inseguros --explicó el responsable de Bores & Mallo--. Los buenos coleccionistas están informados y tienen un criterio fino".
Las galerías que participaron en el certamen se comprometieron, además, a financiar las compras de todas aquellas personas que lo necesitasen. Precisamente, la línea general ha sido desplegar un amplio abanico de precios para forjar a una nueva generación de coleccionistas y atraer a compradores de diferente perfil. Rosa Santos, de la galería valenciana del mismo nombre, eligió obras de precio asequible, "piezas pequeñas y baratas, papel", dijo.
Además, los galeristas repararon sobre todo en la afluencia de parejas, "por lo que parece que el coleccionismo es un trabajo en equipo, y en el riesgo en las compras", señalaron desde la organización. Ana Mas, de Mas Art, Barcelona, reparó en el interés despertado entre los visitantes por la obra de Esteban Pastorino, cuyas fotografías no resultan nada convencionales.