PEKÍN, 28 Dic. (Reuters/EP) -
Las autoridades chinas han confiscado más de 3.000 televisores en monasterios tibetanos y han desmantelado equipos de transmisión por satélite para impedir la divulgación de mensajes contra el Gobierno, alimentados por las numerosas inmolaciones de monjes en señal de protesta a favor de la independencia de Tíbet.
Este año, 81 tibetanos se han quemado a lo bonzo como gesto de repulsa hacia la política de unidad territorial del Gobierno chino. Cinco de estos suicidios han tenido lugar en la prefectura de Huagnan, donde se han producido las incautaciones, según informó ayer la agencia de noticias china Qinghai.
Las autoridades locales argumentaron que la operación tiene por objetivo "guiar a la opinión pública" sobre la cuestión de la independencia de Tíbet y "bloquear información del exterior considerada dañina", de acuerdo con la información de la agencia.
"En este momento crítico para la estabilidad social de la prefectura, debemos fortalecer las medidas y luchar esta batalla especial contra las inmolaciones", prosiguió la información, en la que se apunta que "varias zonas de la prefectura recurren a equipos de transmisión vía satélite para escuchar y ver programas extranjeros contra China".
