El colegio jesuita en el que para aprobar hay que hacer acción social

Recuerdo
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Actualizado: lunes, 13 marzo 2017 17:04

MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, un prestigioso centro educativo de los jesuitas en Madrid, hace que todos sus alumnos, cuando llegan a 1º de Bachillerato, realicen semanalmente una acción social en favor de las personas más necesitadas de la sociedad.

Y esta 'asignatura' es de obligado cumplimiento para poder pasar de curso porque -según explican desde el colegio- estar cerca y pendiente de los demás, especialmente de los que más sufren, es un faceta imprescindible en la formación de la persona.

"La educación jesuita trata de formar integralmente y este elemento social proporciona una visión más realista y más cristiana del mundo. La educación es un modo de cambiar el mundo y cuanto más profunda, creyente y realista se hace, más podemos incidir en el cambio para mejorarlo", afirma el jesuita Antonio España, director del centro.

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Este Servicio Social -que cumple ahora 25 años- se desarrolla durante el curso escolar y los alumnos pueden elegir su área de preferencia: atender a personas mayores, dar clases a menores en riesgo de exclusión social o cuidar a personas discapacitadas, entre otros.

Hasta ahora, más de 6.100 antiguos alumnos, 350 madres voluntarias y 42 organizaciones han formado parte del Servicio Social del colegio Nuestra Señora del Recuerdo en sus 25 años de historia.

Y muchos alumnos, una vez termina la etapa obligatoria de realizar acción social, siguen acudiendo de forma voluntaria a estos centros. Un ejemplo de ello es Rafael Seco, quien participó en Avance -programa de atención a personas con discapacidad- en el curso 2012-2013 y hoy sigue acudiendo todos los domingos.

"Lo mejor son las relaciones que he creado gracias a este voluntariado, la sonrisa con la que te reciben y cómo te agradecen todo los chicos. Ser voluntario supone para mí ayudar a sacar lo mejor de las personas", explica.

Belén García-Collantes, psicóloga y antigua alumna del colegio, acudió semanalmente durante el curso 2003-2004 a Pueblos Unidos, una organización de la Compañía de Jesús que acompaña a personas migrantes en el barrio madrileño de la Ventilla. Su labor consistía en dar apoyo escolar a un grupo de niños y niñas entre 8 y 10 años.

"Al principio me costó un poco enfrentarme a una realidad tan diferente pero me sentí muy bien acogida y orientada por la organización y muy motivada por el apoyo de mis padres".

También destaca el papel de las madres del colegio que acompañaban y supervisan la labor de los alumnos: "Nos daban mucha confianza que estuvieran las madres, se preocupaban por nosotros. Si había alguna situación tensa, estaban allí, y eran un modelo para nosotros porque no fallaban nunca".

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Este servicio social fue implantado en el colegio en 1992 por el entonces director del centro, Agustín Alonso SJ, quien importó el modelo que conoció en colegios de Estados Unidos y América Latina consistente en poner en contacto a alumnos y alumnas con realidades de exclusión social.

Según explica el colegio, con 137 años de historia, el centro educativo se propone no sólo transmitir conocimientos a los alumnos, sino también posibilitarles la realización de una progresiva experiencia activa, creadora de actitudes que generen acciones y modos de comportamiento personal que transformen el mundo, siendo la persona del alumno, en lo más auténtico de sí misma, la que constituye el punto de convergencia de todas las líneas de la acción educativa.