Investigadores de la UCM logran un método para alimentar animales con paladar fisurado y una técnica para su curación

Cachorro de Pachón Navarro alimentándose
UCM
Actualizado: viernes, 15 febrero 2013 14:00

MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid, ha desarrollado un sistema de alimentación para animales con el paladar abierto que les permite alimentarse y desarrollarse como cualquier animal sano, al tiempo que han perfeccionado una técnica "mínimamente invasiva" para tratar esta anomalía.

El equipo, dirigido por la profesora titular del departamento de Anatomía y Embriología Humana I de la Facultad de Medicina Concepción Martínez Álvarez, ha probado el sistema en perros de la raza Pachón Navarro, que presentan 15-20 por ciento de fisura congénita del paladar, de los cuales este equipo ha sacado adelante a quince de ellos. "Los perros fisurados no sobreviven más allá de 48 horas sin la intervención humana", dice la doctora Martínez, por lo que "es fundamental la detección precoz de esta alteración e instaurar la alimentación del cachorro lo antes posible".

El sistema de alimentación desarrollado incluye la administración de leche con biberón con una tetina especial adaptada al paladar fisurado del perro. Durante la lactancia usan progresivamente tres tetinas de tamaño creciente, de forma que el perro se alimenta como lo haría cualquier perro sano en lactancia artificial.

"Cuando se produce el destete (a las cuatro o cinco semanas de vida), les ponemos una prótesis en el paladar, que hacemos a su medida. El material de que está hecha es distensible, lo que permite el crecimiento maxilofacial del animal hasta el momento en que se realiza la intervención, y con ella el perro puede tomar alimento sólido y líquido perfectamente sin que pase a la nariz", ha explicado Martínez.

Además, para estos perros, el equipo ha desarrollado una técnica de tratamiento quirúrgico de la fisura de paladar que es "mucho menos agresiva" que la que se usa en la actualidad, con el fin de poder adaptarla en el futuro a niños que presentan esa patología.

La técnica consiste en la inyección en los bordes de la fisura de un gel basado en ácido hialurónico, portador de proteína morfogenética ósea, que han producido investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia). Esta mezcla forma hueso en la zona de inyección y aproxima los bordes entre sí, de forma que, en una segunda intervención, se puede cerrar el paladar en la línea media de manera muy simple.

Las doctoras Berenguer y González Meli, cirujanas de los hospitales Gregorio Marañón y Niño Jesús de Madrid, respectivamente, han sido las encargadas de llevar a cabo las intervenciones en los quirófanos experimentales del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, estando los perros bajo la supervisión y cuidados de Pablo González y Cruz Rodríguez-Bobada, veterinarios de la Unidad de Investigación: Medicina y Cirugía Experimentales de este hospital.

"Estamos ahora analizando si este tratamiento beneficia el crecimiento maxilofacial de los perros frente al que tienen los operados con el tratamiento convencional o los no operados", puntualiza Martínez, "pues, de ser así, podría emplearse en el tratamiento de pacientes humanos y prescindir de las numerosas intervenciones quirúrgicas posteriores que sufren habitualmente los niños fisurados para mejorar ese crecimiento".

La Universidad subraya que para este proyecto, financiado por el Instituto de Salud Carlos III, la Comunidad Autónoma de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid-Banco Santander, se ha sido "muy cuidadoso" con el bienestar de los perros utilizados. El proyecto ha obtenido la autorización previa y expresa de la Sección de Protección Animal de la Consejería de Medioambiente de la Comunidad de Madrid y ha seguido los requerimientos en el trato a los animales de experimentación exigidos por la Unión Europea y la legislación española.

Todos los perros del estudio, que ya ha finalizado, han sido donados en adopción con su paladar perfectamente reparado, viviendo con las familias que los han adoptado como cualquier perro normal.