MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cuando los frenos del coche fallan y vas a gran velocidad por la autopista, se recomienda como medida de seguridad poner la caja de cambios en punto muerto. De ese modo, el vehículo desconectaría los engranajes que van del motor a los ejes y perdería velocidad paulatinamente, según el mini reportaje de National Geographic adjunto a la información.
Los conductores que se ven en un apuro cuando los frenos de su coche sufren una rotura mientras circulan, suelen recurrir instintivamente a dos opciones peligrosas: tirar del freno de mano o apagar el motor para que el coche se frene por sí mismo. Estas dos alternativas no son la solución, debido a que no garantizan la seguridad de quien conduce.
Cuando se acciona el freno de mano a una velocidad normal, corremos el riesgo de que las ruedas de atrás se bloqueen y que, como consecuencia, el coche empiece a dar 'culetazos' de un lado a otro.
Si el conductor se encuentra en la autopista y se pasa al arcén creyendo así que, con la irregularidad de una mediana, el coche frenará antes, la situación será aún más problemática precisamente por la forma del suelo, ya que puede provocar que el coche acabe dando vueltas de campana.
Por otro lado, si el conductor opta por apagar el motor de inmediato, el volante ,por defecto, se bloqueará y no podrá cambiar la dirección, por lo que aumentan las posibilidades de que acabe impactando con el obstáculo de delante. Con esta medida se reduciría la velocidad, pero no se podría girar de un lado a otro.
Con todo, la solución más adecuada y más segura es poner el coche en punto muerto. Cuando no hay ninguna marcha puesta y el conductor presiona los frenos, el coche desconecta la transmisión y, por tanto, también los engranajes que unen el motor con los ejes de transmisión de las ruedas (encargadas de suministrar potencia al coche).
Así, el motor disminuiría la velocidad hasta pararse y el conductor puede cambiar el rumbo de la trayectoria si encuentra obstáculos antes de que el coche termine de pararse.
