El Gordo de Velázquez aterriza en Madrid

El Gordo de Velázquez
EL GORDO DE VELÁZQUEZ
Actualizado: martes, 7 abril 2015 12:10

MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

El que fuera durante 13 años el alma de Semon, un chef que se formó en el clasicismo de Jockey y en la vanguardia de Pedro Subijana, aterriza ahora en el número 80 de la calle Velázquez de Madrid en un local de moderno diseño y ambiente, con amplia terraza y con una oferta versátil y muy asequible.

El Gordo de Velázquez, un restaurante cuyo nombre e imagen están inspirados en la novela The Pickwick Papers de Charles Dickens, es el fruto de la pasión de Carmen Sinovas por la cocina de José María Ibáñez.

Inversora en varios negocios y clienta asidua del catering y tienda gourmet Semon decidió apoyar a uno de sus cocineros fetiches en la consecución de su sueño vital: el de desarrollar su propio estilo culinario en un local del que es co-propietario y para el que ha confeccionado una carta de lo más personal.

Ibáñez pasó sus primeros años de profesión en Jockey con el maestro Clemencio Fuentes mientras que después destaca su experiencia con Pedro Subijana y el Hotel Velázquez. Durante los trece años posteriores fue director de cocina en Semon donde consiguió hacerse un hueco entre los mejores chefs de la capital. Ahora, y tras un breve periplo en el restaurante Tweed, da un paso más dirigiendo su propia cocina.

La oferta de vinos de El Gordo, confeccionada por el equipo de sumilleres de Santa Cecilia, engloba unas 40 referencias, con un 10% de ellas aproximadamente disponibles también por copas.

Clásicos como Muga, Ramón Bilbao, Emilio Moro, Marqués de Murrieta o los vinos de la familia Eguren, vinos modernos como La Venta del Loco, originales coupages, denominaciones emergentes y una buena selección de cavas y champagnes conforman una carta equilibrada.

PROYECTO DE INTERIORISMO

Con una ubicación privilegiada y capacidad para más de 200 comensales distribuidos en tres alturas y la terraza exterior, El Gordo de Velázquez ofrece una decoración cálida, elegante y moderna.

Su artífice es María Tirado, responsable del estudio y tienda de interiorismo DecoLab y con una gran experiencia en decoración de stands, bodegas, casas y, entre sus últimos trabajos, en restauración donde destaca su trabajo para el restaurante Morao del Paseo de la Castellana.

Paredes de ladrillo visto y falso hormigón, un techo de sarmiento y flores liofilizadas, un lucernario con plantas y luz naturales en el sótano, sillas y butacas tapizadas en terciopelo, mesas de madera maciza, piezas de diseño --como los apliques Diesel de Foscarini-- y lámparas, objetos y mobiliario fabricados a medida conforman la estética del nuevo punto de encuentro del barrio Salamanca.

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