ALMERÍA, 14 May. (EUROPA PRESS) -
Los cuatro hombres acusados de participar en el alijo de 800 kilos de hachís mediante su descarga en una playa del paraje natural de Punta Entinas-Sabinal, entre los municipios de El Ejido y Roquetas de Mar (Almería), han aceptado penas de cuatro años de prisión, salvo uno de ellos que, al contar con una condena anterior por hechos similares, ha aceptado cuatro años y nueve meses de cárcel.
Los acusados han reconocido los hechos ante el tribunal de la Sección Tercera de Almería y la petición de la Fiscalía por un delito de tráfico de drogas de "extrema gravedad", que se ha visto sensiblemente minorada ante la aceptación de los hechos por parte de los acusados durante la sesión celebrada este martes.
Así, junto con otras personas no identificadas, los cuatro se concertaron para acudir el 10 de octubre de 2022 a la playa de Los Percheles, situada en el litoral de Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar, y alijar una "importante cantidad de hachís".
Así, sobre las 16,20 horas del día señalado, arribó en la orilla una embarcación ocupada por dos de los acusados en la que se transportaban 23 fardos de hachís que fueron recibidos en algún punto indeterminado del mar.
Según se desprende de la investigación, los fardos fueron descargados de forma "inmediata" por un número indeterminado de personas que los cargaron en una furgoneta, propiedad del piloto de la embarcación, y que iba conducida y ocupada por otros dos investigados en la causa.
Fue una vez finalizada la operación de descarga cuando intervenido la unidad policial que vigilaba la zona, lo que propició que tanto la embarcación como la furgoneta se dieran a la fuga, aunque fueron interceptadas.
En total, el vehículo transportaba unos 800 kilos de hachís repartida en lotes con distintos grados de pureza que habría alcanzando un valor de casi 1,6 millones de euros en el mercado ilícito.
Además de la droga, en la furgoneta también se encontraron numerosas tarjetas telefónicas con distintos números de teléfono y móviles, además de los propios móviles de los acusados con los que se comunicaba entre sí. La propia embarcación iba equipada con un GPS y una sonda marina.
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