CUEVAS DEL ALMANZORA (ALMERÍA), 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora (Almería) ha solicitado por escrito una entrevista con el ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso María Dastis, con el fin de abordar la descontaminación del núcleo cuevano de Palomares y retomar la situación en la que se encuentra el borrador de tratado internacional para llevar a cabo tal fin, documento que detalla los acometidos tanto de España y Estados Unidos, responsable del accidente nuclear ocurrido en 1966.
En declaraciones a Europa Press, la alcaldesa pedánea de Palomares, María Isabel Alarcón Flores, ha asegurado que la misiva se entregó la semana pasada y se pretende "abordar cuanto antes este asunto" que, tras el resultado de las elecciones en EEUU con la victoria de Trump, no provoca demasiadas esperanzas en el consistorio cuevano.
Fue durante el mandato del demócrata Barak Obama cuando se impulsó la firma del tratado internacional. Concretamente, el 19 de octubre de 2015 el exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y el exsecretario de Estado norteamericano, John Kerry, firmaron un memorando de entendimiento en el que se comprometían a lograr una "rehabilitación mayor" del entorno de Palomares y el traslado de tierra contaminada a un "emplazamiento adecuado" en Estados Unidos.
"Sabíamos que Hillary Clinton sí era partidaria de este tratado, pero no sabemos cómo actuará Trump", ha trasladado Alarcón Flores quien se ha mostrado esperanzada en mantener el encuentro en Madrid con Dastis "antes de que finalice el año" y continuar, así, los trámites hasta conseguir cita con el equipo de Donald Trump una vez que haya sido investido presidente de EEUU a finales de enero.
El convenio suscrito durante la anterior legislatura "no era vinculante, así que no sabemos qué problemas nos podemos encontrar", ha matizado la alcaldesa pedánea por lo que urge a iniciar los contactos que redunden "en lo que todos queremos" que es la "descontaminación de Palomares" más de 50 años después del accidente nuclear. Se calcula que la radiación afecta aún a 50.000 metros cúbicos de terreno.
