CADIZ, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP-A, Javier Arenas, aseguró hoy que "presentarse en Madrid", en referencia al Congreso de los Diputados, con la reforma del Estatuto "con menos apoyo", supone "desprestigiar a Andalucía".
En su intervención tras presidir en Cádiz junto al presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, la Junta Directiva Regional del partido, Arenas acusó al presidente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves, de "enfrentar" a los andaluces "con un Estatuto que deja fuera al 40 por ciento de ellos, los votantes de PP y PA, y es de tercera en la defensa de la solidaridad y la financiación y porque deja a los ayuntamientos sin competencias ni recursos".
En este sentido, aseguró que el Estatuto "no será de primera porque incluya el término realidad nacional", así que pidió a Chaves "que no nos engañe y procure calidad democrática", ya que recordó que el "bipartito excluyente", en referencia a PSOE e IU, "esos demócratas, pretenden que el PP no hable de su posición" sobre el Estatuto en el Congreso.
Así, el popular criticó que "marginan a un 40 por ciento de andaluces, consideran que un 60 es un cien por cien, y eso no es democracia, sino fascismo". Además, lamentó que en la Junta de Portavoces del Parlamento andaluz IU "nos dijo que si no defendíamos el texto nos llevarían a los tribunales, quieren detenernos si no decimos 'sí' al Estatuto".
Así las cosas, Javier Arenas pidió a Chaves un debate en 'Canal Sur Televisión' --a cuyo consejo de administración exigió que se disculpara por el "avasallamiento que no estoy dispuesto a aceptar" a Rajoy en su visita de hoy a Cádiz y, de no hacerlo, pedirá la comparecencia de Rafael Camacho--, ellos dos o con la participación de IU y PA con el tema central "quién prestigia y desprestigia a Andalucía y quién la ofende y quién no".
En este sentido, comentó que para los andaluces "es un desprestigio y un insulto" que Chaves "se haya convertido en un pelota, un acólito y un monaguillo" del líder de ERC, Josep Lluis Carod Rovira, el presidente catalán, Pasqual Maragall, y el lehendakari Juan José Ibarretxe, porque los habitantes de la comunidad "no quieren ser palmeros de nadie a causa de que no tiene quién los defienda".