CADIZ 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los dos guardias civiles acusados de cobrar presuntos sobornos por el contrabando de tabaco por parte de un tercer acusado, mantuvieron hoy en su declaración realizada durante el juicio que el dinero en metálico que poseían en sus casas era procedente de la propia economía familiar y aseguraron que la relación que mantenían con el tercer acusado --F.V.-- era de colaboración con la Guardia Civil para realizar operaciones contra el contrabando.
El Ministerio Fiscal dedicó hoy su tiempo de interrogatorio a los dos guardias civiles acusados de un presunto delito de cohecho y de no perseguir un delito a averiguar la conexión que mantenían con el tercer acusado --F.V.-- y conocer la procedencia del dinero intervenido en sus casas durante un registro realizado y a uno de ellos en el momento de la detención.
Ambos acusados mantuvieron que F.V. era un colaborador de ellos, no confidente, dentro de su trabajo diario en la persecución del contrabando de tabaco. Además, afirmaron conocerlo desde hacía años, que F.V. trabajaba en una empresa de importación y exportación e iba mucho por el muelle de Cádiz.
La fiscal hizo referencia a las escuchas telefónicas que constan en el sumario, preguntando por el significado de la frase "tengo los papeles del coche". Según los tres acusados, una clave usada para cuando se querían ver y facilitarse algún tipo de información, con F.V.
No obstante era una clave utilizada por uno de los guardias civiles, ya que al segundo sólo le consta un intervención telefónica con F.V, realizada antes de una intervención en la que se alijo tabaco de contrabando, y aseguró que era colaborador de su compañero, porque él tenía otros colaboradores.
JUSTIFICACION DEL DINERO
Los dos guardias acusados de cohecho justificaron ante el Ministerio Fiscal el dinero metálico intervenido en el momento de la detención (a uno de ellos) y en posteriores registros.
Con respecto a uno de ellos, al que se le encontró en su casa una caja de caudales con unos cuantos sobres con dinero, defendió que desde que se casó tiene por costumbre sacar el importe íntegro de la nómina y dárselo a la esposa, que lo divide según los pagos que haya que realizar y según la economía familiar del mes.
Así, justificó los pequeños ingresos de dinero en efectivo que iba haciendo en su propia cuenta, con el fin de pagar recibos como el de comunidad, la luz o el agua. Además, justificó las 277.000 pesetas que se le intervinieron en la caja el día del registro exponiendo un extracto de su cuenta de aquel mes en el que le fue ingresada la nómina y la paga extra, que retiró íntegramente como acostumbraba a hacer mensualmente desde que se casó.
Por su parte, el otro agente acusado justificó, también con extractos bancarios, el dinero hallado en su casa a pagos de una venta realizada de un trastero --del que ayer adjuntó documento notarial-- y de un préstamo realizado por su propia hermana para hacer frente a una amortización de unas letras bancarias.
Asimismo, y con respecto a las 169.000 pesetas que llevaba en el momento de su detención junto a F.V. y que la instrucción del caso apunta a que podría ser un pago realizado por soborno, el guardia civil manifestó que se trataba de un dinero que iba a entregar esa misma mañana a su hijo para que se lo éste a su otra hija y pagara la matrícula de la universidad.
Los tres acusados negaron haber recibido alguna vez dinero relacionado con el tráfico de tabaco o con soborno, así como haberlo entregado.
Los hechos, según pudo conocer Europa Press, se remontan al año 1998, después de que en el mes de julio la propia Guardia Civil montara una investigación al tener noticias que supuestamente algunos agentes del Grupo Antidroga colaboraban con personas que se dedicaban al contrabando de tabaco.